El Cantar de Mio Cid - Cantar I

Cantar I: Cantar del Destierro

1.

De los sos ojos tan fuertemientre llorando
tornava la cabeça e estavalos catando.
Vio puertas abiertas e uços sin cannados,
alcandaras vazias sin pielles e sin mantos
e sin falcones e sin adtores mudados.
Sospiro Mio Çid ca mucho avie grandes cuidados.
Ffablo Mio Çid bien e tan mesurado:
«¡Grado a ti, Sennor, Padre que estas en alto!
¡Esto me an buelto mios enemigos malos!»
Alli pienssan de aguijar, alli sueltan las rriendas.

2.

A la exida de Bivar ovieron la corneja diestra
e entrando a Burgos ovieronla siniestra.
Meçio Mio Çid los ombros e engrameo la tiesta:
«¡Albriçia, Albar Ffannez, ca echados somos de tierra!»

3.

Mio Çid Ruy Diaz por Burgos entrava,
en su conpanna LX pendones.
Exienlo ver mugieres e varones,
burgeses e burgesas por las finiestras son,
plorando de los ojos tanto avien el dolor.
De las sus bocas todos dizian una rrazon:
«¡Dios, que buen vassalo! ¡Si oviesse buen sennor!»

4.

Conbidarle ien de grado mas ninguno non osava;
el rrey don Alfonsso tanto avie la grand saña,
antes de la noche en Burgos del entro su carta
con grand ryrecabdo e fuertemientre sellada,
que a Mio Çid Ruy Diaz que nadi no l’ diessen posada,
e aquel que ge la diesse sopiesse vera palabra
que perderie los averes e mas los ojos de la cara
e aun demas los cuerpos e las almas.
Grande duelo avien las yentes christianas;
ascondense de Mio Çid ca no l’ osan dezir nada.
El Campeador adelinno a su posada;
asi commo lego a la puerta falola bien çerrada
por miedo del rrey Alfonsso que assi lo avien parado
que si non la quebrantas’ por fuerça que non ge la abriese nadi.
Los de Mio Çid a altas vozes laman,
los de dentro non les querien tornar palabra.
Aguijo Mio Çid, a la puerta se legava,
saco el pie del estribera, una ferida l’ dava.
Non se abre la puerta ca bien era çerrada.
Una ninna de nuef annos a ojo se parava:
«¡Ya Campeador, en buen ora çinxiestes espada!
El rrey lo ha vedado, anoch del entro su carta
con grant rrecabdo e fuertemientre sellada.
Non vos osariemos abrir nin coger por nada;
si non, perderiemos los averes e las casas
e demas los ojos de las caras.
Çid, en el nuestro mal vos non ganades nada;
mas ¡el Criador vos vala con todas sus vertudes sanctas!»
Esto la ninna dixo e tornos’ pora su casa.
Ya lo vee el Çid que del rrey non avie graçia.
Partios’ de la puerta, por Burgos aguijava,
lego a Sancta Maria, luego descavalga,
finco los innojos, de coraçon rrogava.
La oraçion fecha luego cavalgava;
salio por la puerta e en Arlançon passava.
Cabo essa villa en la glera posava,
fincava la tienda e luego descavalgava.
Mio Çid Ruy Diaz el que en buen ora çinxo espada
poso en la glera quando no l’ coge nadi en casa,
derredor del una buena conpanna.
Assi poso Mio Çid commo si fuesse en montanna.
Vedada l’an compra dentro en Burgos la casa
de todas cosas quantas son de vianda;
non le osarien vender al menos dinarada.

5.

Martin Antolinez el burgales complido
a Mio Çid e a los suyos abastales de pan e de vino;
non lo conpra, ca el se lo avie consigo;
de todo conducho bien los ovo bastidos.
Pagos’ Mio Çid el Campeador e todos los otros que van a so çervicio.
Fablo Martin Antolinez, odredes la que a dicho:
«¡Ya Canpeador en buen ora fuestes naçido!
Esta noch yagamos vayamosnos al matino,
ca acusado sere de lo que vos he servido;
en ira del rrey Alffonsso yo sere metido.
Si convusco escapo sano o bivo
aun çerca o tarde el rrey quererme ha por amigo;
si non, quanto dexo ¡no lo preçio un figo!»

6.

Fablo Mio Çid el que en buen ora çinxo espada:
«¡Martin Antolinez sodes ardida lança!
Si yo bivo doblarvos he la soldada.
Espeso e el oro e toda la plata;
bien lo vedes que yo no trayo nada,
e huebos me serie pora toda mi companna.
Ferlo he amidos, de grado non avrie nada.
Con vuestro consego bastir quiero dos archas;
incamoslas d’arena ca bien seran pesadas,
cubiertas de guadalmeçi e bien enclaveadas.

7.

Los guadameçis vermejos e los clavos bien dorados.
Por Rachel e Vidas vayadesme privado;
quando en Burgos me vedaron compra e el rrey me a airado,
non puedo traer el aver ca mucho es pesado,
enpennargelo he por lo que fuere guisado.
De noche lo lieven que non lo vean christianos;
vealo el Criador con todos los sos sanctos,
yo mas non puedo e amidos lo fago.»

8.

Martin Antolinez non lo detardava,
passo por Burgos, al castiello entrava,
por Rachel e Vidas a priessa demandava.
por Rachel e Vidas apriessa demandava.

9.

Rachel e Vidas en uno estavan amos
en cuenta de sus averes, de los que avien ganados.
Lego Martin Antolinez a guisa de menbrado:
«¿O sodes, Rachel e Vidas, los mios amigos caros?
En poridad fablar querria con amos.»
Non lo detardan, todos tres se apartaron:
«Rachel e Vidas: amos me dat las manos
que non me descubrades a moros nin a christianos;
por siempre vos fare rricos, que non seades menguados.
El Campeador por las parias fue entrado,
grandes averes priso e mucho sobejanos;
rretovo d’ellos quanto que fue algo,
por en vino a aquesto porque fue acusado.
Tiene dos arcas lennas de oro esmerado.
Ya lo vedes que el rrey le a airado.
Dexado ha heredades e casas e palaçios;
aquelas non las puede levar, si non, serien ventadas;
el Campeador dexarlas ha en vuestra mano,
e prestalde de aver lo que sea guisado.
Prended las archas e metedlas en vuestro salvo;
con grand jura meted i las fes amos
que non las catedes en todo aqueste anno.»
Rachel e Vidas seyense consejando:
«Nos huebos avemos en todo de ganar algo.
Bien lo sabemos que el algo ganno,
quando a tierra de moros entro que grant aver saco;
non duerme sin sospecha qui aver trae monedado.
Estas archas prendamoslas amas,
en logar las metamos que non sean ventadas.
Mas dezidnos del Çid: ¿de que sera pagado,
o que ganançia nos dara por todo aqueste anno?»
Respuso Martin Antolinez a guisa de menbrado:
«Mio Çid querra lo que ssea aguisado,
pedir vos a poco por dexar so aver en salvo;
acogensele omnes de todas partes menguados;
a menester seisçientos marcos.»
Dixo Rachel e Vidas: «Dargelos hemos de grado.»
«Ya vedes que entra la noch, el Çid es presurado;
huebos avemos que nos dedes los marchos.»
Dixo Rachel e Vidas: «Non se faze assi el mercado,
si non primero prendiendo e despues dando.»
Dixo Martin Antolinez: «Yo d’esso me pago.
Amos tred al Campeador contado,
e nos vos ayudaremos que assi es aguisado
por aduzir las archas e meterlas en vuestro salvo,
que non lo sepan moros nin christianos.»
Dixo Rachel e Vidas: «Nos d’esto nos pagamos;
las archas aduchas, prendet seyesçientos marcos.»
Martin Antolinez cavalgo privado
con Rachel e Vidas de voluntad e de grado.
Non viene a la pueent ca por el agua a passado
que ge lo non ventanssen de Burgos omne nado.
Afevos los a la tienda del Campeador contado:
assi commo entraron al Çid besaronle las manos,
sonrrisos’ Mio Çid, estavalos fablando:
«¡Ya don Rachel e Vidas avedesme olbidado!
Ya me exco de tierra ca del rrey so airado;
a lo que m’ semeja de lo mio avredes algo,
mientras que vivades non seredes menguados.»
Don Rachel e Vidas a Mio Çid besaronle las manos.
Martin Antolinez el pleito a parado
que sobre aquelas archas darle ien VI çientos marcos
e bien ge las guardarien fasta cabo del anno;
ca assi l’ dieran la fe e ge lo avien jurado
que si antes las catassen que fuessen perjurados,
non les diesse Mio Çid de la ganançia un dinero malo.
Dixo Martin Antolinez: «Cargen las archas privado.
Levaldas, Rachel e Vidas, ponedlas en vuestro salvo;
yo ire convusco que adugamos los marcos,
ca a mover a Mio Çid ante que cante el gallo.»
Al cargar de las archas veriedes gozo tanto:
non las podien poner en somo mager eran esforçados,
Gradanse Rachel e Vidas con averes monedados,
ca mientra que visquiessen refechos eran amos.

10.

Rachel a Mio Çid la mano l’ ba besar:
«¡Ya Canpeador en buen ora çinxiestes espada!
De Castiella vos ides pora las yentes estrannas;
assi es vuestra ventura, grandes son vuestras ganançias,
una piel vermeja morisca e ondrada
Çid, beso vuestra mano en don que la yo aya.»
«Plazme», dixo el Çid, «D’aqui sea mandada;
si vos la aduxier d’alla; si non, contalda sobre las arcas.»
En medio del palaçio tendieron un almofalla,
sobr’ ella una savana de rançal e muy blanca;
a tod el primer colpe III çientos marcos de plata echaron,
notolos don Martino, sin peso los tomava;
los otros CCC en oro ge los pagavan.
Çinco escuderos tiene don Martino, a todos los cargava.
Quando esto ovo fecho odredes lo que fablava:
«Ya don Rachel e Vidas en vuestras manos son las arcas;
yo, que esto vos gane, bien mereçia calças.»

11.

Entre Rachel e Vidas aparte ixieron amos:
«Demosle buen don ca el no’ lo ha buscado.
Martin Antolinez un burgales contado
vos lo mereçedes, darvos queremos buen dado
de que fagades calças e rrica piel e buen manto;
damosvos en don a vos XXX marchos.
Mereçerno’ lo hedes, ca esto es aguisado,
atorgarnos hedes esto que avemos parado.»
Gradeçiolo don Martino e rreçibio los marchos;
grado exir de la posada e spidios’ de amos.
Exido es de Burgos e Arlançon a passado,
vino pora la tienda del que en buen ora nasco;
reçibiolo el Çid abiertos amos los braços:
«¿Venides, Martin Antolinez, el mio fiel vassalo?
¡Aun vea el dia que de mi ayades algo!»
«Vengo, Campeador, con todo buen rrecabdo;
vos VI çientos e yo XXX he ganados.
Mandad coger la tienda e vayamos privado,
en San Pero de Cardenna i nos cante el gallo;
veremos vuestra mugier menbrada fijadalgo;
mesuraremos la posada e quitaremos el rreinado,
mucho es huebos ca çerca viene el plazo.»

12.

Estas palabras dichas, la tienda es cogida,
Mio Çid e sus conpannas cavalgan tan aina.
La cara del cavallo torno a Sancta Maria,
alço su mano diestra, la cara se sanctigua:
«¡A ti lo gradesco, Dios, que çielo e tierra guias!
¡Valanme tus vertudes gloriosa Sancta Maria!
D’aqui quito Castiella pues que el rrey he en ira;
non se si entrare i mas en todos los mios dias.
¡Vuestra vertud me vala Gloriosa, en mi exida,
e me ayude el me acorra de noch e de dia!
Si vos assi lo fizieredes e la ventura me fuere complida
mando al vuestro altar buenas donas e rricas;
esto e yo en debdo que faga i cantar mill missas.»

13.

Spidios’ el caboso de cuer e de veluntad.
Sueltan las rriendas e pienssan de aguijar.
Dixo Martin Antolinez: «Vere a la mugier a todo mio solaz,
castigarlos he commo abran a far.
Si el rrey me lo quisiere tomar ¡a mi non m’inchal!
Antes sere convusco que el sol quiera rrayar.»

14.

Tornavas Martin Antolinez a Burgos e Mio Çid aguijo
pora San Pero de Cardenna quanto pudo a espolear
con estos caualleros que l’ sirven a so sabor.
Apriessa cantan los gallos e quieren quebrar albores
quando lego a San Pero el buen Campeador.
El abbat don Sancho christiano del Criador
rezava los matines a buelta de los albores;
i estava donna Ximena con çinco duennas de pro
rrogando a San Pero e al Criador:
«¡Tu que a todos guias vala Mio Çid el Campeador!»

15.

Lamavan a la puerta, i sopieron el mandado;
¡Dios, que alegre fue el abbat don Sancho!
Con lumbres e con candelas al corral dieron salto,
con tan grant gozo rreçiben al que en buen ora nasco:
«¡Gradescolo a Dios, Mio Çid!» dixo el abbat don Sancho;
«Pues que aqui vos veo prendet de mi ospedado.»
Dixo el Çid: «Graçias, don abbat, e so vuestro pagado.
Yo adobare conducho pora mi e pora mis vassallos;
mas, porque me vo de tierra dovos L marchos,
si yo algun dia visquier servos han doblados.
Non quiero fazer en el monesterio un dinero de danno;
evades aqui pora donna Ximena dovos C marchos,
a ella e a sus fijas e a sus duennas sirvadeslas est’ anno.
Dues fijas dexo ninnas e prendetlas en los braços,
aquellas vos acomiendo a vos, abbat don Sancho;
d’ellas e de mi mugier fagades todo rrecabdo.
Si essa despenssa vos falleçiere o vos menguare algo,
bien las abastad, yo assi vos lo mando;
por un marcho que despendades al monesterio dare yo quatro».
Otorgadogelo avie el abbat de grado.
Afevos donna Ximena con sus fijas do va legando,
sennas duennas las traen e aduzenlas adelant.
Ant’ el Campeador donna Ximena finco los inojos amos,
lorava de los ojos, quisol’ besar las manos:
«¡Merçed, Campeador, en ora buena fuestes nado!
Por malos mestureros de tierra sodes echado.

16.

¡Merçed, ya Çid, barba tan complida!
Fem’ ante vos yo e vuestras ffijas
iffantes son e de dias chicas
con aquestas mis duennas de quien so yo servida.
Yo lo veo que estades vos en ida
e nos de vos partir nos hemos en vida:
¡Dandnos consejo por amor de Sancta Maria!»
Enclino las manos en la su barba velida,
a las sus fijas en braço las prendia,
legolas al coraçon ca mucho las queria.
Lora de los ojos, tan fuertemientre sospira:
«¡Ya donna Ximena la mi mugier tan complida,
commo a la mi alma yo tanto vos queria!
Ya lo vedes que partirnos emos en vida,
yo ire e vos fincaredes remanida.
¡Plega a Dios e a Sancta Maria
que aun con mis manos case estas mis fijas,
o que de ventura e algunos dias vida
e vos, mugier ondrada, de mi seades servida!»

17.

Grand yantar le fazen al buen Campeador.
Tannen las campanas en San Pero a clamor.
Por Castiella oyendo van los pregones
commo se va de tierra Mio Çid el Campeador;
unos dexan casas e otros onores,
en aques’ dia a la puent de Arlançon
çiento quinze cavalleros todos juntados son;
todos demandan por Mio Çid el Campeador.
Martin Antolinez con ellos’ cojo;
vansse pora San Pero do esta el que en buen punto naçio.

18.

Quando lo sopo Mio Çid el de Bivar
que l’ creçe companna por que mas valdra,
apriessa cavalga, reçebirlos salie,
tornos’ a sonrisar, leganle todos, la mano l’ ban besar.
Fablo Mio Çid de toda voluntad:
«Yo rruego a Dios e al Padre spirital,
vos, que por mi dexades casas e heredades,
enantes que yo muera algun bien vos pueda far,
lo que perdedes doblado vos lo cobrar.»
Plogo a Mio Çid porque creçio en la yantar,
plogo a los otros omnes todos quantos con el estan.
Los VI dias de plazo passados los an,
tres an por troçir sepades que non mas.
Mando el rrey a Mio Çid a aguardar,
que si despues del plazo en su tierra l’ pudies’ tomar
por oro nin por plata non podrie escapar.
El dia es exido, la noch querie entrar,
a sus cavalleros mandolos todos juntar:
«¡Oid, varones, non vos caya en pesar!
Poco aver trayo, dar vos quiero vuestra part.
Sed menbrados commo lo devedes far;
a la mannana quando los gallos cantaran
non vos tardedes, mandedes ensellar;
en San Pero a matines tandra el buen abbat,
la missa nos dira, esta sera de Sancta Trinidad;
la missa dicha, penssemos de cavalgar,
ca el plazo viene açerca, mucho avemos de andar.»
Cuemo lo mando Mio Çid assi lo an todos ha far.
Passando va la noch, viniendo la man;
a los mediados gallos pienssan de ensellar.
Tannen a matines a una priessa tan grand;
Mio Çid e su mugier a la eglesia van.
Echos’ donna Ximena en los grados delant el altar
rrogando al Criador quanto ella mejor sabe
que a Mio Çid el Campeador que Dios le curias’ de mal:
«¡Ya Sennor glorioso, Padre que en çielo estas!
Fezist çielo e tierra, el tercero el mar,
fezist estrelas e luna e el sol pora escalentar;
prisist encarnaçion en Sancta Maria madre,
en Belleem apareçist commo fue tu veluntad;
pastores te glorifficaron, ovieronte a laudare,
tres rreyes de Arabia te vinieron adorar
Melchior e Gaspar e Baltasar
oro e tus e mirra te offreçieron commo fue tu veluntad,
salveste a Jonas quando cayo en la mar,
salvest a Daniel con los leones en la mala carçel,
salvest dentro en Roma al sennor San Sabastian,
salvest a Sancta Susanna del falso criminal;
por tierra andidiste XXXII annos, Señor spirital,
mostrando los miraculos por en avemos que fablar:
del agua fezist vino e de la piedra pan,
rresuçitest a Lazaro ca fue tu voluntad;
a los judios te dexeste prender; do dizen monte Calvario
pusieronte en cruz por nombre en Golgota,
dos ladrones contigo, estos de sennas partes,
el uno es en paraiso ca el otro no entro ala;
estando en la cruz vertud fezist muy grant:
Longinos era çiego que nunquas vio alguandre,
diot’ con la lança en el costado dont ixio la sangre,
corrio la sangre por el astil ayuso, las manos se ovo de untar,
alçolas arriba, legolas a la faz,
abrio sos ojos, cato a todas partes,
en ti crovo al ora por end es salvo de mal;
en el monumento rresuçitest,
fust a los infiernos commo fue tu voluntad,
quebrantaste las puertas e saqueste los sanctos padres.
Tu eres rrey de los rreyes e de tod el mundo padre,
a ti adoro e creo de toda voluntad,
e rruego a San Peidro que me ayude a rrogar
por Mio Çid el Campeador que Dios le curie de mal,
¡quando oy nos partimos en vida nos faz juntar!»
La oraçion fecha, la missa acabada la an,
salieron de la eglesia, ya quieren cavalgar.
El Çid a donna Ximena ivala abraçar,
donna Ximena al Çid la mano l’ va besar,
lorando de los ojos que non sabe que se far.
e el a las ninnas tornolas a catar:
«A Dios vos acomiendo, fijas, e a la mugier e al Padre spirital;
agora nos partimos, Dios sabe el ajuntar.»
Lorando de los ojos que non viestes atal,
asi s’ parten unos d’otros commo la unna de la carne.
Mio Çid con los sos vassallos pensso de cavalgar;
a todos esperando la cabeça tornando va.
A tan grand sabor fablo Minaya Albar Fannez:
«Çid ¿do son vuestros esfuerços? ¡En buen ora nasquiestes de madre!
Pensemos de ir nuestra via, esto sea de vagar.
Aun todos estos duelos en gozo se tornaran;
Dios que nos dio las almas consejo nos dara.»
Al abbat don Sancho tornan de castigar
commo sirva a donna Ximena e a las fijas que ha,
e a todas sus duennas que con ellas estan;
bien sepa el abbat que buen galardon d’ello prendra.
Tornado es don Sancho e fablo Albar Fannez:
«Si vieredes yentes venir por connusco ir, abbat,
dezildes que prendan el rrastro e pienssen de andar,
ca en yermo o en poblado podernos han alcançar.»
Soltaron las rriendas, pienssan de andar;
çerca viene el plazo por el rreino quitar.
Vino Mio Çid yazer a Spinaz de Can;
grandes yentes se le acogen essa noch de todas partes.
Otro dia mannana pienssa de cavalgar.
Ixiendos’ va de tierra el Campeador leal;
de siniestro Sant Estevan, una buena çipdad
de diestro Alilon las torres que moros las han,
passo por Alcobiella que de Castiella fin es ya,
la calçada de Quinea ivala traspassar,
sobre Navas de Palos el Duero va pasar,
a la Figeruela Mio Çid iva posar.
Vanssele acogiendo yentes de todas partes.

19.

I se echava Mio Çid despues que fue çenado.
Un suenno l’ priso dulçe, tan bien se adurmio.
El angel Gabriel a el vino en suenno:
«Cavalgad, Çid, el buen Campeador,
ca nunqua en tan buen punto cavalgo varon;
mientra que visquieredes bien se fara lo to.»
Quando desperto el Çid la cara se sanctigo;
sinava la cara, a Dios se acomendo.

20.

Mucho era pagado del suenno que a sonnado.
Otro dia mannana pienssan de cavalgar;
es’ dia a de plazo, sepades que non mas.
A la sierra de Miedes ellos ivan posar.

21.

Aun era de dia, non era puesto el sol,
mando ver sus yentes Mio Çid el Campeador;
sin las peonadas e omnes valientes que son
noto trezientas lanças que todos tienen pendones.

22.

«¡Temprano dat çebada, si el Criador vos salve!
El que quisiere comer; e qui no, cavalge.
Passaremos la sierra que fiera es e grand;
la tierra del rrey Alfonso esta noch la podemos quitar.
Despues qui nos buscare fallarnos podra.»
De noch passan la sierra, venida es la man,
e por la loma ayuso pienssan de andar;
en medio d’una montanna maravillosa e grand
fizo Mio Çid posar e çevada dar.
Dixoles a todos commo querie trasnochar;
vassallos tan buenos por coraçon lo an,
mandado de so sennor todo lo han a far.
Ante que anochesca pienssan de cavalgar,
por tal lo faze Mio Çid que no lo ventasse nadi.
Andidieron de noch que vagar non se dan.
O dizen Castejon el que es sobre Fenares
Mio Çid se echo en çelada con aquelos que el trae.

23.

Toda la noche yaze en çelada el que en buen ora nasco
commo los consejava Minaya Albar Fannez.
«¡Ya Çid en buen ora çinxiestes espada!
Vos con C de aquesta nuestra conpanna
pues que a Castejon sacaremos a çelada...»
«Vos con los CC id vos en algara;
ala vaya Albar Albarez e Albar Salvadorez sin falla,
e Galin Garçia una fardida lança
cavalleros buenos que aconpannen a Minaya.
A osadas corred que por miedo non dexedes nada.
Fita ayuso e por Guadalfajara
fata Alcala legen las algaras,
e bien acojan todas las ganançias,
que por miedo de los moros non dexen nada.
E yo con los C aqui fincare en la çaga;
terne yo Castejon don abremos grand enpara.
Si cueta vos fuere alguna al algara
fazedme mandado muy privado a la çaga;
¡d’aqueste acorro fablara toda Espanna!»
Nonbrados son los que iran en el algara,
e los que con Mio Çid ficaran en la çaga
Ya quiebran los albores e vinie la mannana,
ixie el sol, ¡Dios, que fermoso apuntava!
En Castejon todos se levantavan,
abren las puertas, de fuera salto davan
por ver sus lavores e todas sus heredades.
Todos son exidos, las puertas abiertas han dexadas
con pocas de gentes que en Castejon fincaran;
las yentes de fuera todas son deramadas.
El Campeador salio de la çelada,
corrie a Castejon sin falla.
Moros e moras avienlos de ganançia,
e essos gannados quantos en derredor andan.
Mio Çid don Rodrigo a la puerta adelinnava;
los que la tienen quando vieron la rebata
ovieron miedo e fue desemparada.
Mio Çid Ruy Diaz por las puertas entrava,
en mano trae desnuda el espada,
quinze moros matava de los que alcançava.
Gano a Castejon e el oro e la plata.
Sos cavalleros legan con la ganançia,
dexanla a Mio Çid, todo esto non preçia nada.
Afevos los CC III en el algara,
e sin dubda corren; fasta Alcala lego la senna de Minaya,
e desi arriba tornanse con la ganançia
Fenares arriba e por Guadalfajara.
Tanto traen las grandes ganançias
muchos gannados de ovejas e de vacas
e de rropas e de otras rriquizas largas.
Derecha viene la senna de Minaya;
non osa ninguno dar salto a la çaga.
Con aqueste aver tornanse essa conpanna,
fellos en Castejon o el Campeador estava.
«El castielo dexo en so poder; el Campeador cavalga,
saliolos rreçebir con esta su mesnada.
Los braços abiertos rreçibe a Minaya:
«¿Venides, Albar Fannez, una fardida lança?
¡Do yo vos enbias’ bien abria tal esperança!
Esso con esto sea ayuntado;
dovos la quinta si la quisieredes, Minaya.»

24.

«Mucho vos lo gradesco, Campeador contado;
d’aquesta quinta que me avedes mandado
pagarse ia d’ella Alfonsso el Castellano.
Yo vos la suelto e avello quitado.
A Dios lo prometo, a aquel que esta en alto:
fata que yo me page sobre mio buen cavallo
lidiando con moros en el campo,
que enpleye la lança e al espada meta mano
e por el cobdo ayuso la sangre destelando
ante Ruy Diaz el lidiador contado,
non prendre de vos quanto vale un dinero malo.
Pues que por mi ganaredes quesquier que sea d’algo
todo lo otro afelo en vuestra mano.»

25.

Estas ganançias alli eran juntadas.
Comidios’ Mio Çid el que en buen ora fue nado
al rrey Alfonsso que legarien sus compannas,
que l’ buscarie mal con todas sus mesnadas.
Mando partir tod aqueste aver
sos quinnoneros que ge los diessen por carta.
Sos cavalleros i an arribança,
a cada uno d’ellos caen C marchos de plata
e a los peones la meatad sin falla;
toda la quintaa Mio Çid fincava.
Aqui non lo pueden vender Nin dar en presentaja,
nin cativos nin cativas non quiso traer en su companna;
fablo con los de Castejon e envio a Fita e a Guadalfagara,
esta quinta por quanto serie conprada;
aun de lo que diessen oviessen grand ganançia.
Asmaron los moros III mill marcos de plata;
plogo a Mio Çid d’aquesta presentaja.
A terçer dia dados fueron sin falla.
Asmo Mio Çid con toda su conpanna
que en el castiello non i avrie morada,
e que serie rretenedor mas non i avrie agua.
«Moros en paz, ca escripta es la carta,
buscarnos ie el rrey Alfonsso con toda su mesnada.
Quitar quiero Castejon: ¡oid, escuellas e Minyaya!

26.

Lo que yo dixier non lo tengades a mal.
En Castejon non podriemos fincar;
çerca es el rrey Alfonsso e buscarnos verna.
Mas el castielo non lo quiero hermar;
çiento moros e çiento moras quierolas quitar,
porque lo pris d’ellos que de mi non digan mal.
Todos sodes pagados e ninguno por pagar.
Cras a la mannana pensemos de cavalgar,
con Alfonsso mio sennor non querria lidiar.»
Lo que dixo el Çid a todos los otros plaz.
Del castiello que prisieron todos rricos se parten;
los moros e las moras bendiziendol’ estan.
Vansse Fenares arriba quanto pueden andar,
troçen las Alcarias e ivan adelant,
por las Cuevas d’Anquita ellos passando van,
passaron las aguas, entraron al campo de Torançio,
por essas tierras ayuso quanto pueden andar,
entre Fariza e Çetina Mio Çid iva albergar.
Grandes son las ganançias que priso por la tierra do va.
Non lo saben los moros el ardiment que an.
Otro dia movios’ Mio Çid el de Bivar
e passo a Alfama, la Foz ayuso va,
passo a Bovierca e a Teca que es adelant
e sobre Alcoçer Mio Çid iva posar
en un otero rredondo fuerte e grand;
açerca corre Salon, agua no l’ puedent vedar.
Mio Çid don Rodrigo Alcoçer cueda ganar.

27.

Bien puebla el otero, firme prende las posadas,
los unos contra la sierra e los otros contra la agua.
El buen Canpeador que en buen ora nasco
derredor del otero, bien çerca del agua,
a todos sos varones mando fazer una carcava
que de dia nin de noch non les diessen arebata,
que sopiessen que Mio Çid alli avie fincança.

28.

Por todas esas tierras ivan los mandados
que el Campeador Mio Çid alli avie poblado,
venido es a moros, exido es de christianos.
En la su vezindad non se treven ganar tanto.
Agardando se va Mio Çid con todos sus vasallos;
el castiello de Alcoçer en paria va entrando.

29.

Los de Alcoçer a Mio Çid ya l’ dan parias de grado
e los de Teca e los de Terrer la casa;
a los de Calatauth sabet, mal les pesava.
Ali yogo Mio Çid complidas XV semmanas.
Quando vio Mio Çid que Alcoçer non se le dava
el fizo un art e non lo detardava:
dexa una tienda fita e las otras levava,
cojos’ Salon ayuso la su senna alçada,
las lorigas vestidas e çintas las espadas
a guisa de menbrado por sacarlos a çelada.
Veyenlo los de Alcoçer, ¡Dios, commo se alabavan!
«Falido a a Mio Çid el pan e la çevada.
Las otras abes lieva, una tienda a dexada;
de guisa va Mio Çid commo si escapasse de arrancada.
Demos salto a el e feremos grant ganançia
antes que l’prendan los de Terrer;
si non, non nos daran dent nada.
La paria qu’el a presa tornarnos la ha doblada.»
Salieron de Alcoçer a una priessa much estranna;
Mio Çid quando los vio fuera cogios’ commo de arrancada,
cojos’ Salon ayuso, con los sos a buelta anda.
Dizen los de Alcoçer: «¡Ya se nos va la ganançia!»
Los grandes e los chicos fuera salto davan,
al sabor del prender de lo al non pienssan nada;
abiertas dexan las puertas que ninguno non las guarda.
El buen Campeador la su cara tornava,
vio que entr’ellos e el castiello mucho avie grand plaça;
mando tornar la senna, apriessa espoloneavan:
«¡Firidlos, cavalleros, todos sines dubdança,
con la merçed del Criador nuestra es la ganançia!»
Bueltos son con ellos por medio de la lanna,
¡Dios, que bueno es el gozo por aquesta mannana!
Mio Çid e Albar Fannez adelant aguijavan,
tienen buenos cavallos sabet, a su guisa les andan,
entr’ellos e el castiello en essora entravan.
Los vassallos de Mio Çid sin piedad les davan,
en un ora e un poco de logar CCC moros matan.
Dando grandes alaridos los que estan en la çelada
dexando vanlos delant, por el castiello se tornavan,
las espadas desnudas a la puerta se paravan;
Luego legavan los sos ca fecha es el arrancada.
Mio Çid ganno a Alcoçer, sabent, por esta manna.

30.

Vino Pero Vermuez que la senna tiene en mano,
metiola en somo en todo lo mas alto.
Fablo Mio Çid Ruy Diaz el que en buen ora fue nado:
«¡Grado a Dios del çielo e a todos los sos sanctos:
ya mejoraremos posadas a duennos e a cavallos!

31.

¡Oid a mi, Albar Fannez e todos los cavalleros!
En este castiello grand aver avemos preso;
los moros yazen muertos, de bivos pocos veo.
Los moros e las moras vender non los podremos,
que los descabeçemos nada non ganaremos;
cojamoslos de dentro, ca el sennorio tenemos,
posaremos en sus casas e d’ellos nos serviremos.»

32.

Mio Çid con esta ganançia en Alcoçer esta;
fizo enbiar por la tienda que dexara alla.
Mucho pesa a los de Teca e a los de Terrer non plaze,
e a los de Calatayuth non plaze.
Al rrey de Valençia enbiaron con mensaje:
que a uno que dizien Mio Çid Ruy Diaz de Bivar
airolo el rrey Alfonsso, de tierra echado lo ha,
vino posar sobre Alcoçer en un tan fuerte logar,
sacolos a çelada, el castiello ganado a.
«Si non das consejo a Teca e a Terrer perderas,
perderas Calatayuth que non puede escapar,
ribera de Salon todo ira a mal,
assi ffera lo de Siloca que es del otra part.»
Quando lo oyo el rrey Tamin por cuer le peso mal:
«Tres rreyes veo de moros derredor de mi estar;
non lo detardedes, los dos id pora alla,
tres mill moros levedes con armas de lidiar,
con los de la frontera que vos ayudaran
prendetmelo a vida, aduzidmelo deland;
porque entro en mi tierra derecho me avra a dar.»
Tres mill moros cavalgan e pienssan de andar;
ellos vinieron a la noch en Sogorve posar.
Otro dia mannana pienssan de cavalgar,
vinieron a la noch a Çelfa posar;
por los de la frontera pienssan de enviar,
non lo detienen, vienen de todas partes.
Ixieron de Çelfa la que dizen de Canal,
andidieron todo ‘l dia que vagar non se dan,
vinieron essa noch en Calatayuth posar.
Por todas essas tierras los pregones dan,
gentes se ajuntaron sobejanas de grandes
con aquestos dos rreyes que dizen Ffariz e Galve;
al bueno de Mio Çid en Alcoçer le van çercar.

33.

Fincaron las tiendas e prendend las posadas,
creçen estos virtos ca yentes son sobejanas.
Las arobdas que los moros sacan
de dia e de noch enbueltos andan en armas;
muchas son las arobdas e grande es el almofalla.
A los de Mio Çid ya les tuellen el agua;
mesnadas de Mio Çid exir querien a la batalla,
el que en buen ora nasco firme ge lo vedava.
Tovierongela en çerca complidas tres semanas.

34.

A cabo de tres semanas, la quarta querie entrar,
Mio Çid con los sos tornos’ a acordar:
«El agua nos an vedada, exirnos ha el pan;
que nos queramos ir de noche no nos lo consintran.
Grandes son los poderes por con ellos lidiar;
dezidme, cavalleros, commo vos plaze: de far.»
Primero fablo Minaya un cavallero de prestar:
«De Castiella la gentil exidos somos aca;
si con moros non lidiaremos no nos daran del pan.
Bien somos nos VI çientos, algunos ay de mas;
¡en el nombre del Criador que non pase por al,
vayamoslos ferir en aquel dia de cras!»
Dixo el Campeador: «A mi guisa fablastes.
Ondrastes vos, Minaya, ca aver vos lo iedes de far.»
Todos los moros e las moras de fuera los manda echar
que non sopiesse ninguno esta su poridad.
El dia e la noche pienssanse de adobar.
Otro dia mannana el sol querie apuntar,
armado es Mio Çid con quantos que el ha.
Fablava Mio Çid commo odredes contar:
«Todos iscamos fuera, que nadi non rraste
si non dos peones solos por la puerta guardar;
si nos murieremos en campo en castiello nos entraran,
si vençieremos la batalla creçremos en rrictad.
E vos, Pero Vermuez, la mi senna tomad;
commo sodes muy bueno tenerla edes sin arth;
mas non aguijedes con ella si yo non vos lo mandar.»
Al Çid beso la mano, la senna va tomar.
Abrieron las puertas, fuera un salto dan;
vieronlo las arobdas de los moros, al almofalla se van tornar.
¡Que priessa va en los moros! e tornaronse a armar;
ante rroido de atamores la tierra querie quebrar;
veriedes armarse moros, apriessa entrar en az.
De parte de los moros dos sennas ha cabdales,
e fizieron dos azes de peones mezclados, ¿qui los podrie contar?
Las azes de los moros ya s’ mueven adelant
por a Mio Çid e a los sos a manos los tomar.
«Quedas sed, mesnadas, aqui en este logar;
non deranche ninguno fata que yo lo mande.»
Aquel Pero Vermuez non lo pudo endurar,
la senna tiene en mano, conpeço de espolonear:
«¡El Criador vos vala, Çid Campeador leal!
Vo meter la vuestra senna en aquela mayor az;
¡los que el debdo avedes veremos commo la acorrades!»
Dixo el Campeador: «¡Non sea, por caridad!»
Respuso Pero Vermuez: ¡Non rastara por al!»
Espolono el cavallo e metiol’ en el mayor az;
moros le rreçiben por la senna ganar.
danle grandes colpes mas no l’ pueden falssar.
Dixo el Campeador: «¡Valelde, por caridad!»

35.

Enbraçan los escudos delant los coraçones,
abaxan las lanças a buestas de los pendones,
enclinaron las caras de suso de los arzones,
ivanlos ferir de fuertes coraçones.
A grandes vozes lama el que en buen ora nasco:
«¡Feridlos, cavalleros, por amor de caridad!
¡Yo so Ruy Diaz el Çid Campeador de Bivar!»
Todos fieren en el az do esta Pero Vermuez;
trezientas lanças son, todos tienen pendones;
sennos moros mataron, todos de sennos colpes;
a la tornada que fazen otros tantos son.

36.

Veriedes tantas lanças premer e alçar,
tanta adagara foradar e passar,
tanta loriga falssar e desmanchar,
tantos pendones blancos salir vermejos en sangre,
tantos buenos cavallos sin sos duennos andar.
Los moros laman «¡Mafomat!» e los christianos «¡Sancti Yague!»
Cayen en un poco de logar moros muertos mill e CCC ya.

37.

¡Qual lidia bien sobre exorado arzon
Mio Çid Ruy Diaz el buen lidiador!
Minaya Albar Fannez que Corita mando,
Martin Antolinez el burgales de pro,
Munno Gustioz que so criado fue,
Martin Munnoz el que mando a Montayor,
Albar Albarez e Albar Salvadorez,
Galin Garçia el bueno de Aragon,
Felez Munnoz so sobrino del Campeador:
desi adelante quantos que i son
acorren la senna e a Mio Çid el Campeador.

38.

A Minaya Albar Fannez mataronle el cavallo,
bien lo acorren mesnadas de christianos;
la lança a quebrada, al espada metio mano,
mager de pie buenos colpes va dando.
Violo Mio Çid Ruy Diaz el Castelano:
acostos’ a un aguazil que tenie buen cavallo,
diol’ tal espadada con el so diestro braço
cortol’ por la çintura el medio echo en campo.
A Minaya Albar Fannez ival’ dar el cavallo:
«¡Cavalgad, Minaya, vos sodes el mio diestro braço!
Oy en este dia de vos abre grand bando;
firme son los moros, aun no s’ van del campo.»
Cavalgo Minaya el espada en la mano,
por estas fuerças fuertemientre lidiando;
a los que alcança valos delibrando.
Mio Çid Ruy Diaz el que en buen ora nasco
al rrey Fariz III colpes le avie dado,
los dos le fallen e el uno l’ ha tomado,
por la loriga ayuso la sangre destellando;
bolvio la rrienda por irsele del campo.
Por aquel colpe rancado es el fonssado.

39.

Martin Antolinez un colpe dio a Galve,
las carbonclas del yelmo echogelas aparte,
cortol’ el yelmo que lego a la carne;
sabet, el otro non ge l’ oso esperar.
Arancado es el rrey Fariz e Galve:
¡Tan buen dia por la christiandad
ca fuyen los moros de la part!
Los de Mio Çid firiendo en alcaz,
el rrey Fariz en Terrer se fue entrar,
e a Galve no l’ cogieron alla;
para Calatayuth quanto puede se va.
El Campeador ival’ en alcaz,
fata Calatayuth duro el segudar.

40.

A Minaya Albar Fannez bien l’ anda el cavallo,
d’aquestos moros mato XXXIIII;
espada tajador, sangriento trae el braço,
por el cobdo ayuso la sangre destellando.
Dize Minaya: «Agora so pagado,
que a Castiella iran buenos mandados
que Mio Çid Ruy Diaz lid campal a arrancado.»
Tantos moros yazen muertos que pocos vivos a dexados,
ca en alcaz sin dubda les fueron dando.
Ya s’ tornan los del que en buen ora nasco.
Andava Mio Çid sobre so buen cavallo,
la cofia fronzida: ¡Dios, commo es bien barbado!
Almofar a cuestas, la espada en la mano.
Vio los sos commo s’ van alegando:
«¡Grado a Dios aquel que esta en alto,
quando tal batalla avemos arancado!»
Esta albergada los de Mio Cid luego la an robada
de escudos e de armas e de otros averes largos;
de los moriscos quando son legados
ffallaron DX cavallos.
Grand alegreya va entre essos christianos;
mas de quinze de los sos menos non fallaron.
Traen oro e plata que non saben recabdo,
rrefechos son todos esos christianos con aquesta ganançia.
A sos castiellos a los moros dentro los an tornados;
mando Mio Çid aun que les diessen algo.
Grant a el gozo Mio Çid con todos sos vassalos.
Dio a partir estos dineros e estos averes largos,
en la su quinta al Çid caen C cavallos;
¡Dios, que bien pago a todos sus vassallos
a los peones e a los encavalgados!
Bien lo aguisa el que en buen ora nasco;
quantos el trae todos son pagados.
«¡Oid, Minaya, sodes mio diestro braço!
D’aquesta rriqueza que el Criador nos a dado
a vuestra guisa prended con vuestra mano.
Enbiar vos quiero a Castiella con mandado
d’esta batalla que avemos arancada.
Al rrey Alfonsso que me a airado
quiero l’ enbiar en don XXX cavallos
todos con siellas e muy bien enfrenados,
sennas espadas de los arzones colgadas.»
Dixo Minaya Albar Fannez: «Esto fare yo de grado.»

41.

«Evades aqui oro e plata,
una huesa lenna, que nada no l’ minguava:
en Sancta Maria de Burgos quitedes mill missas,
lo que rromaneçiere daldo a mi mugier e a mis fijas,
que rrueguen por mi las noches e los dias;
si les yo visquier seran duennas rricas.»

42.

Minaya Albar Fannez desto, es pagado;
por ir con el omnes son contados.
Agora davan çevada, ya la noch era entrada,
Mio Çid Ruy Diaz con los sos se acordava:

43.

«¿Hides vos, Minaya, a Castiella la gentil?
A nuestros amigos bien les podedes dezir:
Dios nos valio e vençiemos la lidit.
«A la tornada si nos fallaredes aqui;
si non, do sopieredes que somos indos conseguir.
Por lanças e por espadas avemos de guarir;
si non, en esta tierra angosta non podriemos bivir.»

44.

Ya es aguisado, mannana s’ fue Minaya,
e el Campeador con su mesnada.
La tierra es angosta e sobejana de mala.
Todos los dias a Mio Çid aguardavan
moros de las fronteras e unas yentes estrannas;
sano el rrey Fariz, con el se consejavan.
Entre los de Techa e los de Terrer la casa
e los de Calatayut que es mas ondrada
Asi lo an asmado e metudo en carta:
vendido les a Alcoçer por tres mill marchos de plata.

45.

Mio Cid Ruy Diaz a Alcolçer es vendido;
¡que bien pago a sus vassalos mismos!
A cavalleros e a peones fechos los ha rricos,
en todos los sos non fallariedes un mesquino.
Qui a buen sennor sirve siempre bive en deliçio.

46.

Quando Mio Çid el castiello quiso quitar
moros e moras tomaronse a quexar:
«¿Vaste, Mio Çid? ¡Nuestras oraçiones vayante delante!
Nos pagados fincamos sennor, de la tu part.»
Quando quito a Alcoçer Mio Çid el de Bivar
moros e moras compeçaron de lorar.
Alço su senna, el Campeador se va;
paso Salon ayuso, aguijo cabadelant,
al exir de Salon mucho ovo buenas aves.
Plogo a los de Terer e a los de Calatayut mas;
peso a los de Alcoçer ca pro les fazie grant.
Aguijo Mio Çid, ivas’ cabadelant
y ffinco en un poyo que es sobre Mont Real;
alto es el poyo, maravilloso e grant,
non teme gerra sabet, a nulla part.
Metio en paria a Doroca enantes,
desi a Molina que es del otra part,
la terçera Teruel que estava delant;
en su mano tenie a Çelfa la de Canal.

47.

¡Mio Çid Ruy Diaz de Dios aya su graçia!
Ido es a Castiella Albar Fannez Minaya;
treinta cavallos al rrey los enpresentava.
Violos el rrey, fermoso sonrrisava:
«¿Quin los dio estos?¡Si vos vala Dios, Minaya!»
«Mio Çid Ruy Diaz que en buen ora çinxo espada
vençio dos rreyes de moros en aquesta batalla;
sobejana es, sennor la su ganançia.
A vos, rrey ondrado, enbia esta presentaja;
besavos los pies e las manos amas
que l’ ayades merçed, ¡si el Criador vos vala!»
Dixo el rrey: «Mucho es mannana
omne airado que de sennor non ha graçia
por acogello a cabo de tres semmanas.
Mas despues que de moros fue prendo esta presentaja;
aun me plaze de Mio Çid que fizo tal ganançia.
Sobr’ esto todo a vos quito, Minaya,
honores e tierras avellas condonadas;
hid e venit, d’aqui vos do mi graçia;
mas del Çid Campeador yo non vos digo nada.

48.

Sobre aquesto todo dezir vos quiero. Minaya:
de todo mio rreino los que lo quisieren far
buenos e valientes pora Mio Çid huyar
sueltoles los cuerpos e quitoles las heredades.»
Besole las manos Minaya Albar Fannez:
«¡Grado e graçias, rrey, commo a sennor natural!
Esto feches agora, al feredes adelant.»
«Hid por Castiella e dexenvos andar, Minaya;
si nulla dubda id a Mio Çid buscar ganançia.»

49.

Quierovos dezir del que en buen ora nasco e çinxo espada:
aquel poyo en el priso posada;
mientra que sea el pueblo de moros e de la yente christiana
el Poyo de Mio Çid asi l’ diran por carta.
Estando alli mucha tierra preava,
el de rio Martin todo lo metio en paria
A Saragoça sus nuevas legavan,
non plaze a los moros, firmemientre les pesava.
Ali sovo Mio Çid conplidas XV semanas.
Quando vio el caboso que se tardava Minaya
con todas sus yentes fizo una trasnochada;
dexo el Poyo, todo lo desemparava,
alen de Teruel don Rodrigo passava,
en el pinar de Tevar don Roy Diaz posava.
Todas essas tierras todas las preava,
a Saragoça metuda l’a en paria.
Quando esto fecho ovo a cabo de tres semanas
de Castiella venido es Minaya,
dozientos con el que todos çinnen espadas;
non son en cuenta sabet, las peonadas.
Quando vio Mio Çid asomar a Minaya
el cavallo corriendo valo abraçar sin falla;
besole la boca e los ojos de la cara,
todo ge lo dize que no l’ encubre nada.
El Campeador fermoso sonrrisava:
«¡Grado a Dios e a las sus vertudes Sanctas!
¡Mientra vos visquieredes bien me ira a mi, Minaya!»

50.

¡Dios, commo fue alegre todo aquel fonssado
que Minaya Albar Fannez assi era legado,
diziendoles saludes de primos e de hermanos
e de sus compannas aquelas que avien dexadas!

51.

¡Dios, commo es alegre la barba velida
que Albar Fannez pago las mill missas
e que l’ dixo saludes de su mugier e de sus fijas!
¡Dios, commo fue el Çid pagado e fizo grant alegria!
«¡Ya Albar Fannez bivades muchos dias!»

52.

Non lo tardo el que en buen ora nasco:
tierras d’Alcanniz negras las va parando
e a derredor todo lo va preando.
Al terçer dia don ixo i es tornado.

53.

Hya va el mandado por las tierras todas.
Pesando va a los de Monçon e a los de Huesca;
porque dan parias plaze a los de Saragoça,
de Mio Çid Ruy Diaz que non temien ninguna fonta.

54.

Con estas ganançias a la posada tornando se van;
todos son alegres, ganançias traen grandes.
Plogo a Mio Çid e mucho a Albar Fannez.
Sonrrisos’ el caboso que non lo pudo endurar:
«¡Hya cavalleros! dezirvos he la verdad:
qui en un logar mora siempre lo so puede menguar;
cras a la mannana penssemos de cavalgar,
dexat estas posadas e iremos adelant.»
Estonçes se mudo el Çid al puerto de Alucat,
dent corre Mio Çid a Huesca e a Montalvan;
en aquessa corrida X dias ovieron a morar.
Fueron los mandados a todas partes
que el salido de Castiella asi los trae tan mal.

55.

Los mandados son idos a todas partes.
Llegaron las nuevas al conde de Barçilona
que Mio Çid Ruy Diaz que l’ corrie la tierra toda;
ovo grand pesar e tovos’ lo a grand fonta.

56.

El conde es muy folon e dixo una vanidat:
«¡Grandes tuertos me tiene Mio Çid el de Bivar!
Dentro en mi cort tuerto me tovo grand:
firiom’ el sobrino e non lo enmendo mas.
Agora correm’ las tierras que en mi enpara estan;
non lo desafie ni l’ torne enemistad,
mas quando el me lo busca irgelo he yo demandar.»
Grandes son los poderes e apriessa se van legando;
gentes se le alegan grandes entre moros e christianos.
Adelinnan tras Mio Çid el bueno de Bivar,
tres dias e dos noches penssaron de andar,
alcançaron a Mio Çid en Tevar e el pinar;
asi viene esforçado que el conde a manos se le cuido tomar.
Mio Çid don Rodrigo trae ganançia grand;
diçe de una sierra e legava a un val.
Del conde don Remont venido l’es mensaje;
Mio Çid quando lo oyo enbio pora alla:
«Digades al conde non lo tenga a mal;
de lo so non lievo nada, dexem’ ir en paz.»
Respuso el conde: «¡Esto non sera verdad!
Lo de antes e de agora todo m’ lo pechara;
¡sabra el salido a quien vino desondrar!»
Tornos’ el mandadero quanto pudo mas;
essora lo connosçe Mio Çid el de Bivar
que a menos de batalla nos pueden den quitar.

57.

«¡Ya cavalleros apart fazed la ganançia!
A priessa vos guarnid e metedos en las armas;
el conde don Remont darnos ha grant batalla,
de moros e de christianos gentes trae sobejanas,
a menos de batalla non nos dexarie por nada.
Pues adellant iran tras nos, aqui sea la batalla;
apretad los cavallos e bistades las armas.
Ellos vienen cuesta yuso e todos trahen calças,
e las siellas coçeras e las çinchas amojadas;
nos cavalgaremos siellas gallegas e huesas sobre calças.
¡Çiento cavalleros devemos vençer aquelas mesnadas!
Antes que ellos legen a lanno presentemosles las lanças;
por uno que firgades tres siellas iran vazias.
¡Vera Remont Verengel tras quien vino en alcança
oy en este pinar de Tevar por tolerme la ganançia!»

58.

Todos son adobados quando Mio Çid esto ovo fablado;
las armas avien presas e sedien sobre los cavallos.
Vieron la cuesta yuso la fuerça de los francos;
al fondon de la cuesta, çerca es de lanno,
mandolos ferir Mio Çid el que en buen ora nasco;
esto fazen los sos de voluntad e de grado,
los pendones e las lanças tan bien las van enpleando
a los unos firiendo e a los otros derrocando.
Vençido a esta batalla el que en buen ora nasco;
al conde don Remont a preson le an tomado.

59.

Hi gano a Colada que mas vale de mill marcos de plata,
i bençio esta batalla por o ondro su barba;
prisolo al conde, pora su tienda lo levava,
a sos creenderos guardarlo mandava.
De fuera de la tienda un salto dava,
de todas partes los sos se ajuntavan;
plogo a Mio Çid ca grandes son las ganançias.
A Mio Çid don Rodrigo grant cozina l’ adobavan;
el conde don Remont non ge lo preçia nada,
aduzenle los comeres, delant ge los paravan,
el non lo quiere comer, a todos los sosannava:
«¡Non combre un bocado por quanto ha en toda Espanna,
antes perdere el cuerpo e dexare el alma
pues que tales mal calçados me vençieron de batalla!»

60.

Mio Çid Ruy Diaz odredes lo que dixo:
«Comed, conde, d’este pan e beved d’este vino;
si lo que digo fizieredes saldredes de cativo,
si non, en todos vuestros dias non veredes christianismo.»

61.

Dixo el conde don Remont:«Comede, don Rodrigo, e penssedes de folgar,
que yo dexarme morir, que non quiero comer.»
Fasta terçer dia no l’ pueden acordar;
ellos partiendo estas ganançias grandes
no l’ pueden fazer comer un muesso de pan.

62.

Dixo Mio Çid: «Comed, conde, algo,
ca si non comedes non veredes christianos;
e si vos comieredes don yo sea pagado
a vos e dos fijosdalgo
quitarvos he los cuerpos e darvos e de mano.
Quando esto oyo el conde ya s’ iva alegrando:
«Si lo fizieredes, Çid, lo que avedes fablado,
tanto quanto yo biva sere dent maravillado.»
«Pues comed, conde, e quando fueredes yantado
a vos e a otros dos darvos he la mano;
mas quanto avedes perdido e yo gane en canpo
sabet, non vos dare a vos un dinero malo,
mas quanto avedes perdido non vos lo dare
ca huebos me lo he e pora estos mios vassallos
que conmigo andan lazrados, e non vos lo dare.
Prendiendo de vos e de otros irnos hemos pagando;
abremos esta vida mientra plogiere al Padre Sancto,
commo que ira a de rrey e de tierra es echado.»
Alegre es el conde e pidio agua a las manos,
e tienengelo delant e dierongelo privado.
Con los cavalleros que el Çid le avie dados
comiendo va el conde ¡Dios, que de buen grado!
Sobr’ el sedie el que en buen ora nasco:
«Si bien non comedes, conde, don yo sea pagado
aqui feremos la morada, no nos partiremos amos.»
Aqui dixo el conde: «¡De voluntad e de grado!»
Con estos dos cavalleros apriessa va yantando;
pagado es Mio Çid que lo esta aguardando
porque el conde don Remont tan bien bolvie las manos.
«Si vos ploguiere, Mio Çid, de ir somos guisados;
mandadnos dar las bestias e cavalgaremos privado.
Del dia que fue conde non yante tan de buen grado,
el sabor que dende non sera olbidado.»
Danle tres palafres muy bien ensellados
e buenas vestiduras de peliçones e de mantos.
El conde don Remont entre los dos es entrado;
fata cabo del albergada escurriolos el castelano:
«¡Hya vos ides, conde, a guisa de muy franco!
¡En grado vos lo tengo lo que me avedes dexado!
Si vos viniere emiente que quisieredes vengalo
si me vinieredes buscar fallarme podredes;
e si non, mandedes buscar; o me dexaredes
de lo vuestro o de lo mio levaredes algo.»
«¡Folgedes, ya Mio Çid, sodes en vuestro salvo!
Pagado vos he por todo aqueste anno,
de venir vos buscar sol non sera penssado.»

63.

Aguijava el conde e penssava de andar;
tornando va la cabeça e catandos’ atras,
miedo iva aviendo que Mio Çid se rrepintra,
lo que non ferie el caboso por quanto en el mundo ha
una deslealtança ca non la fizo alguandre.
Hido es el conde, tornos’ el de Bivar;
juntos’ con sus mesnadas, conpeçolas de legar
de la ganançia que an fecha maravillosa e grand.