Juan Boscán, Poesías seleccionados

Boscán, que había cultivado con anterioridad y gran ingenio la lírica cortesana tradicional, introdujo los metros italianos en la poesía castellana. Su gran amigo, el embajador veneciano y humanista Andrés Navagiero, le animó a que ensayara los versos de corte italiano, en partícular el soneto.

GLOSA DE "JUSTA FUE MI PERDICIÓN"

Bien supo el amor qué hizo
en darme tal pensamiento,
pues del primer movimiento
a sí mismo satisfizo
y a mí me dexó contento.

Satisfizo la razón
al amor, y él a ella;
luego supo el coraçón
que'n tan onrada querella
justa fue mi perdición.

Tan contento y tal me tiene
la congoxa que'n mí stá,
que, si dolor sobreviene,
el mal que tengo se va
de gozo d'aquel que viene.

Y si queda algún tormento,
súfrese con el quereros,
que'n mi grave pensamiento
sólo en ver que supe veros
de mis males soy contento.

Aunque a mi mal contradiga
el cuerpo por la su falta,
rompiendo toda la liga,
el alma, como más alta,
se'ntremete en mi fatiga.

Y puesto mi coraçón
ante vos, como juzgado,
atentado en su pasión
dize: "Ya, pues soy pagado,
non espero gualardón".

La congoxa que padezco
de buena me da la vida,
que'n ser vos por quien fenezco
mi mal paga la medida
de lo que por él merezco.

Con este conocimiento,
pagado de mi pasión,
voy diziendo, de contento,
sin dar cabo a mi razón,
pues, vuestro merecimiento.

Acabó el entendimiento
lo que agora aquí se dize,
y dixo a mi pensamiento:
"Pues por vos me satisfize,
tené vos mi regimiento".

Tras esto, en mi coraçón,
vi sonar esta respuesta:
"Ved mi mal, si es con razón,
que la pena, en venir presta,
satisfizo a mi pasión".

Parece bien ordenado,
por razón de buena ley,
que, si acaso un condenado
viere el rostro de su rey,
luego allí quede librado.

Así, puesto que's perdida
mi vida ya por quereros,
para el alma, que's vencida,
un solo punto de veros
es vitoria conocida.

De contenta, mi memoria
mil vezes me dize: "¡Calla!,
que'n guerra de tanta gloria
sólo entrar en la batalla
fue sombra de gran vitoria".

Sólo averos conocido
es tan gran lustre d'amor
que, por más que sté perdido,
siempre será vencedor
quien de vos queda vencido.

Contra Amor y su pasión
en campo quise provarme,
y vos, a mala sazón,
cuando Amor quiso matarme,
luego echastes el bastón.

Esto fue, porque perdida,
sin morir, fuese mi suerte
y porque's cosa sabida
que'scusava yo mi muerte
en perder por vos la vida.

Así agora triste quedo
sin morir, y con penar,
y entre mí digo, con miedo:
"Ved cómo podré ganar,
que aun sólo perder no puedo".

Después me dize'l sentido:
"¿Por qué me matas cuitado?
¿No tienes tú conocido,
por tormento tan onrado,
que's ganado el que's perdido?"

Si del mal que m'á venido
me viene'l contentamiento,
será muy firme argumento
que, cuanto más afligido,
tanto más seré contento.

Y pues viene la pasión,
y el descanso en una cuenta,
lo que sufre'l coraçón,
el coraçón lo consienta
pues lo consiente razón.

Vuestra vista saltealla
no es mucho quien tanto os quiere,
que'l que de hambre se muere,
si roba el comer que halla,
toda buena ley lo quiere.

Yo, de veros muy hambriento,
con miraros me sostengo,
y cuando más pena tengo
con el bien del pensamiento
consiento en mi perdimiento.

Algún bien yo demandaros
desvergüença me parece,
que ¿cómo podré yo daros
por el bien lo que merece,
si el mal no puedo pagaros?

Alcança mi coraçón
de su mal un bien tan largo
que, pues ya de mi pasión
yo, señora, os quedo en cargo,
non espero galardón.

No bivo desesperado
y bivo sin esperança,
que'l que se da por pagado
no spera, que, pues alcança,
esperar es escusado.

Si basta mi pensamiento
a darme tan justa paga
que me haga'star contento,
no es mucho me satisfaga,
pues, vuestro merecimiento.

Cuando acuerda el sentimiento,
y a pensar en vos se'ncierra,
entre mí me descontento
del cuerpo que, 'n ser de tierra,
me'mbaraça el pensamiento.

Para cuantas cosas son
es estar por vos penado
de tan alto coraçón,
que solo avello pensado
satisfizo a mi pasión.

VILLANCICOS

1

Si no os uviera mirado
no penara,
pero tampoco os mirara.

Veros harto mal á sido,
mas no veros peor fuera;
no quedara tan perdido
pero mucho más perdiera.
¿Qué viera aquél que no os viera?
¿Cuál quedara,
señora, si no os mirara?

2

¿Qué testimonios son estos
que le queréis levantar?
¡Que no fue sino bailar!

El duque d'Alva

¿Qué peligroso acidente
fue hazer tal maleficio?
Tomaste por exercicio
hacer reír a la gente.

Yo soy quien desto se siente.
Yo te quiero aconsejar
que no cures de bailar.

Gracilazo

Esta tienen por gran culpa;
no lo fue a mi parecer,
porque tiene por desculpa
que lo hizo la muger.
Ésta le hizo caer
mucho más, que no el saltar
que hizo con el bailar.

El prior de San Juan

No fue'l pecado primero;
mas por él padecerán
todos los que bailarán
como bailó el cavallero.
No lo tomen por agüero
los que quisieren dançar,
que no fue sino bailar.

Boscán

En lo vedado tocó,
y por esto es cosa clara
quen el sudor de su cara
bivirá, pues que bailó.
Malamente s'engañó;
mas bien se pudo engañar
que no fue sino bailar.

Don Hernando Álvarez de Toledo

Perdiérase este señor
en esta gran maravilla,
sino por la paxarilla
que le cantava al alvor.
Si desto tiene dolor,
yo le quiero consolar,
que no fue sino bailar.

El clavero de Alcántara

Fue para todos espanto
soltaros el Rey tan presto,
pero no os soltó por esto,
para que os soltéis vos tanto.
Soltástesos tanto cuanto,
mas no fue sino saltar,
y si no saltar, bailar.

Don Luis Osorio

Sepan qué manda la ley:
muera don Luis agora;
que'n los palacios del Rey
bailó con una señora.
Desastrada fue tal ora,
mas áse de perdonar,
que no fue sino bailar.

Don García de Toledo

Soltóos el Emperador,
pero no sin penitencia;
mandó daros por sentencia
que bailásedes, señor.
Dizen todos que's rigor;
que no es justo castigar
a ninguno con bailar.

Gutierre López de Padilla

No tengo de fiar más
en hombres blandos y tristes.
¿qué os prometió Satanás,
cuando dél así os vencistes?
Errastes lo que hezistes:
no digo que fue el errar
que errásedes el bailar.

El marqués de Villafranca

Dudan todos los letrados
de jüicios más enteros,
de bienes tan mal bailados
que gozen los erederos.
Dizen que hasta los postreros
abrá cierto d'alcançar
maldición de tal bailar.

CANCIONES

1

Gran esfuerço da al bivir
esperar verme venido;
mas, triste'sperar perdido,
¿qué puede aver tras partir
sino sólo aver partido?

Venida que tanto alcança
no s'ha de'sperar que venga.
No hay coraçón que sostenga
tan deseada'sperança
por poco que se detenga.

En el medio'stá el morir,
entre'l venir y ser ido.
¿Qué'sperar hay tan perdido
que'spere sino partir
después de tan mal partido?


2

¿Qué haré, que por quereros
mis estremos son tan claros
que ni soy para miraros
ni puedo dexar de veros?

Yo no sé con vuestra ausencia
un punto bivir ausente,
ni puedo sufrir presente,
señora, tan gran presencia.

De suerte que, por quereros,
mis estremos son tan claros
que ni soy para miraros
ni puedo dexar de veros.

Otras desaviniéndose
¡O que no ay razón que pueda
consolar tan crudos males,
porque son, señora, tales,
que'l seso espantado queda
de ver sólo sus señales!

¡O muger desconocida!
¡O dolor! ¡O perdimiento!
Vuestro mal conocimiento
m'á traído en esta vida
que ora siento.

¡O vida llena de enojos!
¡O mundo que vas así!
¡Qué bien fuera para mí,
si yo no tuviera ojos
para veros, cuando os vi!

Mas, pues mi seso no halla
ninguna vida en seguiros,
que la gane yo en huiros
pues que no puedo ganalla
por serviros.

Los dos juntos en dañarme
emos sido, y en vencerme,
armados para perderme:
vos comigo por matarme,
yo con vos por ofenderme.

Emos sido vencedores;
contra mí fue la vitoria;
y á quedado por istoria
de mis males y dolores
la memoria.

No veo mis enemigos;
conozco bien que peleo;
las llagas yo las poseo;
padezco dos mil castigos;
la causa dellos no veo.

Si huyo, pierdo el derecho;
si espero, no sé valerme;
no sé cómo socorrerme,
ni sé, de puro despecho,
qué hazerme.

¡O, que no sé qué me daña
y sé que todo me mata!,
porque amor así me trata,
que'n una cosa m'engaña
y en dos mil me desbarata.

Estoy de mi pensamiento
ya tan poco satisfecho,
que entre mí tengo despecho,
porque bien no marrepiento
de lo hecho.

Mas hazed ya desd'agora
lo que bien os estuviere;
sea todo como fuere;
allá os avení, señora,
con lo que más os pluguiere.

Y acordand'os los presentes
dolores y los que an sido,
yo me doy por despedido,
por no andar entre las gentes
más perdido.


3

¿Qué movimiento fue'l mío?
Cuitado ¿quién me engañó?
¿Cuál coraçón me sufrió,
que tan grande desvarío
le pudiese emprender yo?

¡O ciego, sin algún tiento!
¡O locura conocida!
¡Qué pudiera ser mi vida,
de tan alto pensamiento
despedida!

Culpa de tal desventura
no tiene desculpa igual
sino ser el yerro tal,
que sólo pudo locura
ser causa de tanto mal.

A la ora que fui preso
de vos, me vi de manera
que de menos seso fuera
si por vos todo mi seso
perdïera.

Pues por vos perdí el sentido
cuando era el alma cuerda,
y ora tan desacuerda
lo que por vos é perdido,
no me haga que ora os pierda.

Yo lo hize como loco,
pero ved si m'arrepiento
que's estremo mi tormento
y é pesar porque's tan poco
lo que siento.

Lo que siento no lo entiendo,
ni es ello para entenderse;
quiso el seso así perderse,
que á de poder, no pudiendo,
agora para valerse.

Por todas partes me quemo;
querría el yerro enmendalle,
mas es tamaño, que temo
de caer, para curalle,
en otro estremo.

Pudiera ser perdonado,
según la pena que siento;
mas yo no quedo contento
con lo que paga el cuidado
de parte del sentimiento.

Ni quiero que con templança
mi yerro quede medido;
yo sólo só el ofendido,
de mí solo la vengança
yo la pido.


4

Es tal y tan verdadera
mi pena por conoceros
que, si tanto no os quisiera,
yo quisiera no quereros.

Que nuevo caso d'amor
ordenáis que'n mí comience:
combatirme el desamor,
adonde el amor me vence.

No es mucho, pues tan entera
es mi pena en conoceros,
que, si tanto no os quisiera,
yo quisiera no quereros.


5

¡Qué vida de tantos males,
qué mundo tan desigual,
do los bienes con el mal
nunca pueden ser iguales
aunque sean d'un igual!

Que, aunque'l bien en cantidad
igual del mal se presente,
mucho más el mal se siente,
porque's contra voluntad
y viene por acidente.

Así que, entre tantos males,
hallo yo por desigual
que los bienes con el mal
nunca pueden ser iguales
aunque sean d'un igual.


6

Mi mal está en crecimiento:
comiença, y es tan estremo,
que no siento lo que siento
de temor de lo que temo.

No hize lo que convino;
ya no sé lo que conviene.
Témome del mal que viene,
no pensando en el que vino.

En su primer movimiento
es mi mal, y es tran estremo,
que no siento lo que siento
de temor de lo que temo.