Fernando VII: Consecuencias de la Guerra de Independencia
La guerra contra las tropas invasoras francesas dirigidas por Napoleón conllevan consecuencias sociales, económicas y políticas de diversa magnitud.
Consecuencias Políticas
En el aspecto político podemos observar, gracias a la lejanía del rey Fernando VII (prisionero en Francia), como la burguesía aprovecha el momento de debilidad del Antiguo Régimen para afianzarse en Cádiz con la promulgación de una Constitución el 19 de marzo de 1812. Esta constitución es de carácter claramente liberal y se basaba en un régimen de soberanía nacional con un rey al frente, o sea, era una monarquía constitucional. La iglesia se seguía manteniendo como una fuerza política a tener en cuenta, ya que la religión oficial (y única) era la Católica, Apostólica y Romana.
Otra consecuencia política fue la emancipación de las colonias americanas. Los criollos, hijos de españoles emigrantes a las colonias americanas, aprovecharon el momento de desconcierto político reinante en España para hacerse fuertes y, poco a poco, aumentar su peso político en el territorio americano.
Consecuencias Sociales
La consecuencia social más significativa a destacar es el resquebrajamiento de la sociedad estamental que hasta aquel momento había sido tan importante. La hostilidad contra la armada francesa organizada había fortalecido la unión entre las distintas capas sociales para la actuación contra el enemigo común y este movimiento concluye en la formación de un ejército calificado como "liberal". Esta calificación se debe a que en este ejército, a parte de la alta, media y baja nobleza podían ostentar rangos superiores personas pertenecientes a las capas sociales inferiores, campesinos y gente sencilla (desde el punto de vista social). Sugiere esto por tanto un alejamiento de la secular atribución de cargos por razón de la persona en favor de una labor de elección de los cargos por criterios de mérito y merecimiento. Se pasa pues de un criterio subjetivo a uno más objetivo.
Otra consecuencia social es el descenso demográfico ocasionado por la masacre que la guerra deja tras sí. Durante los años de guerra se produce un estancamiento en lo que se refiere al aumento de la población de la península, y todo ello a pesar de que la emigración a las colonias americanas disminuyó, por no decir que cesó.
Consecuencias Económicas
En tercer y último lugar están las consecuencias económicas, que desde el punto de vista actual, podemos denominar como nefastas. Además de la pérdida del monopolio sobre los productos coloniales y de la destrucción de la industria que tanto costó construir el siglo anterior, el Estado se endeuda de tal forma que tiene que pedir créditos. Esto conlleva un ánimo claramente especulativo, en vez de netamente productivo, entre los poseedores de capital, otro factor más para el estancamiento de la industria.