El Cantar de Mio Cid - Cantar II

Cantar II: Cantar de las Bodas

64.

Aqui s’ conpieça la gesta de Mio Çid el de Bivar.
Tan rricos son los sos que non saben que se an.
Poblado ha Mio Çid el puerto de Alucant,
dexado a Saragoça e las tierras duca
e dexado a Huesca e las tierras de Montalvan.
Contra la mar salada conpeço de guerrear.
A orient exe el sol e tornos’ a essa part.
Mio Çid ganno a Xerica e a Onda e Almenar,
tierras de Borriana todas conquistas las ha.

65.

Ayudol’ el Criador, el Sennor que es en çielo.
El con todo esto priso a Murviedro;
ya veie Mio Çid que Dios le iva valiendo.
Dentro en Valençia non es poco el miedo.

66.

Pesa a los de Valençia sabet, non les plaze;
prisieron so consejo que l’viniessen çercar;
trasnocharon de noch, al alva de la man
açerca de Murviedro tornan tiendas a fincar.
Violo Mio Çid, tomos’ a maravillar:
«¡Grado a ti Padre spirital!
En sus tierras somos e femosles todo mal,
bevemos so vino e comemos el so pan;
si nos çercar vienen con derecho lo fazen.
A menos de lid aquesto no s’ partira.
Vayan los mandados por los que nos deven ayudar:
los unos a Xerica e los otros a Alucad,
desi a Onda e los otros a Almenar,
los de Borriana luego vengan aca.
Conpeçaremos aquesta lid campal
yo fio por Dios que en nuestro pro enadran.»
Al terçer dia todos juntados son.
El que en buen ora nasco compeço de fablar:
«¡Oid, mesnadas! ¡Si el Criador vos salve!
Despues que nos partiemos de la linpia christiandad
-non fue a nuestro grado ni nos non pudiemos masgrado
a Dios lo nuestro fue adelant.
Los de Valençia çercados nos han:
si en estas tierras quisieremos durar
firmemientre son estos a escarmentar.

67.

Passe la noche e venga la mannana,
aparejados me sed a cavallos e armas.
iremos ver aquela su almofalla;
commo omnes exidos de tierra estranna
¡ali pareçra el que mereçe la soldada!»

68.

Oid que dixo Minaya Albar Fannez:
«Campeador, fagamos lo que a vos plaze.
A mi dedes C cavalleros, que non vos pido mas;
vos con los otros firadeslos delant,
bien los ferredes, que dubda non i avra;
yo con los çiento entrare del otra part.
«¡Commo fio por Dios el campo nuestro sera!»
Commo ge lo a dicho al Campeador mucho plaze.
Mannana era e pienssanse de armar;
quis cada uno d’ellos bien sabe lo que ha de far.
Con los alvores Mio Çid ferirlos va:
«¡En el nombre del Criador e del apostol Sancti Yagüe
feridlos, cavalleros, d’amor e de grado e de grand voluntad
ca yo so Ruy Diaz, Mio Çid el de Bivar!»
Tanta cuerda de tienda i veriedes quebrar,
arancarse las estacas e acostarse a todas partes los tendales.
Moros son muchos, ya quieren rreconbrar.
Del otra part entroles Albar Fannez,
mager les pesa ovieronse a dar e a arancar.
Grand es el gozo que va por es’ logar.
Dos rreyes de moros mataron en es’ alcaz,
fata Valençia duro el segudar.
Grandes son las ganançias que Mio Çid fechas ha,
prisieron Çebola e quanto que es i adelant,
de pies de cavallo los que s’ pudieron escapar;
rrobavan el campo e pienssanse de tomar,
entravan a Murviedro con estas ganançias que traen grandes.
Las nuevas de Mio Çid sabet, sonando van;
miedo an en Valençia que non saben que se far.
Sonando van sus nuevas alent parte del mar.

69.

Alegre era el Çid e todas sus compannas
que Dios le ayudara e fiziera esta arrancada.
Davan sus corredores e fazien las trasnochadas,
legan a Gujera e legan a Xativa,
aun mas ayusso a Deyna la casa;
cabo del mar tierra de moros firme la quebranta,
ganaron Penna Cadiella las exidas e las entradas.

70.

Quando el Cid Campeador ovo Penna Cadiella
mal les pesa en Xativa e dentro en Gujera;
non es con rrecabdo el dolor de Valençia.

71.

En tierra de moros prendiendo e ganando
e durmiendo los dias e las noches tranochando
en ganar aquelas villas Mio Çid duro III annos.

72.

A los de Valençia escarmentados los han,
non osan fueras exir nin con el se ajuntar;
tajavales las huertas e faziales grand mal;
en cada uno destos annos Mio Çid les tolio el pan.
Mal se aquexan los de Valençia que non sabent que s’ far;
de ninguna part que sea non les vinie pan,
nin da conssejo padre a fijo nin fijo a padre,
nin amigo a amigo no s’ pueden consolar.
Mala cueta es sennores, aver mingua de pan,
fijos e mugieres ver lo murir de fanbre.
Delante veien so duelo, non se pueden huviar,
por el rrey de Marruecos ovieron a enbiar;
con el de los Montes Claros avien guerra tan grand
non les dixo consejo nin los vino huviar.
Sopolo Mio Çid, de coraçon le plaz;
salio de Murviedro una noch en trasnochada,
amaneçio a Mio Çid en tierras de Monrreal.
Por Aragon e por Navarra pregon mando echar,
a tierras de Castiella enbio sus menssajes:
«Quien quiere perder cueta e venir a rritad
viniesse a Mio Çid que a sabor de cavalgar;
çercar quiere a Valençia pora christianos la dar»

73.

«Quien quiere ir comigo çercar a Valençia
todos vengan de grado, ninguno non ha premia,
tres dias le sperare en Canal de Çelfa.»

74.

Esto dixo Mio Çid el que en buen ora nasco.
Tornavas a Murviedro ca el se la a ganada.
Andidieron los pregones sabet, a todas partes;
al sabor de la ganançia non lo quieren detardar,
grandes yentes se le acojen de la buena christiandad.
Creçiendo va rriqueza a Mio Çid el de Bivar.
Quando vio Mio Çid las gentes juntadas compeços’ de pagar.
Mio Çid don Rodrigo non lo quiso detardar;
adelinno pora Valençia e sobr’ ellas va echar,
bien la çerca Mio Çid, que non i avia hart,
viedales exir e viedales entrar.
Sonando van sus nuevas todas a todas partes;
mas le vienen a Mio Çid sabet, que no s’ le van.
Metiola en plazo si les viniessen huviar;
nueve meses complidos sabet, sobr’ ella yaz,
quando vino el dezeno ovierongela a dar.
Grandes son los gozos que van por es’ logar
quando Mio Çid ganno a Valençia y entro en la çibdad;
los que fueron de pie cavalleros se fazen,
el oro e la plata ¿quien vos lo podrie contar?
Todos eran rricos quantos que alli ha.
Mio Çid don Rodrigo la quinta mando tomar;
en el aver monedado XXX mill marcos le caen
e los otros averes ¿quien los podrie contar?
Alegre era el Campeador con todos los que ha
quando su senna cabdal sedie en somo del alcaçar.

75.

Ya folgava Mio Çid con todas sus conpannas.
A aquel rrey de Sevilla el mandado legava
que presa es Valençia, que non ge la enparan;
vinolos ver con XXX mill de armas.
Apres de la uerta ovieron la batalla,
arrancolos Mio Çid el de la luenga barba;
fata dentro en Xativa duro el arrancada,
en el passar de Xucar i veriedes barata,
moros en aruenço amidos bever agua;
aquel rrey de Marruecos con tres colpes escapa.
Tornado es Mio Çid con toda esta ganançia.
Buena fue la de Valençia quando ganaron la casa,
mas mucho fue provechosa sabet, esta arancanda;
a todos los menores cayeron C marcos de plata.
Las nuevas del cavallero ya vedes do legavan.

76.

Grand alegria es entre todos essos christianos
con Mio Çid Ruy Diaz el que en buen ora nasco.
Ya l’ creçe la barba e vale allongando.
Dixo Mio Çid de la su boca a tanto:
«Por amor del rrey Alffonsso que de tierra me a echado
nin entrarie en ela tigera ni un pelo non avrie tajado,
e que fablassen d’esto moros e christianos.»
Mio Çid don Rodrigo en Valençia esta folgando,
con el Minaya Albar Ffannez que no s’ le parte de so braço.
Los que ixieron de tierra de rritad son abondados,
a todos les dio en Valençia casas e heredades de que son pagados;
el amor de Mio Çid ya lo ivan provando.
Los que fueron con el e los de despues todos son pagados,
veelo Mio Çid que con los averes que avien tomados
que si s’ pudiessen ir ferlo ien de grado.
Esto mando Mio Çid, Minaya lo ovo conssejado:
que ningun omne de los sos que s’ le non spidies’ o no l’ besas’ la mano,
si l’ pudiessen prender o fuesse alcançado
tomassenle el aver e pusiessenle en un palo;
afevos todo aquesto puesto en buen rrecabdo.
Con Minaya Albar Fannez el se va consegar:
«Si vos quisieredes Minaya, quiero saber rrecabdo
de los que son aqui e comigo ganaron algo;
meterlos he en escripto e todos sean contados,
que si algunos furtare o menos le fallaren
el aver me avra a tornar a aquestos mios vassalos
que curian a Valençia e andan arobdando.»
Ali dixo Minaya: «Consejo es aguisado.»

77.

Mandolos venir a la corth e a todos los juntar.
Quando los fallo por cuenta fizolos nonbrar;
tres mill e seis çientos avie Mio Çid el de Bivar.
Alegras’ le el coraçon e tornos’ a sonrrisar:
«¡Grado a Dios, Minaya, e a Sancta Maria madre!
Con mas pocos ixiemos de la casa de Bivar;
agora avemos riquiza, mas avremos adelant.
Si a vos ploguiere, Minaya, e non vos caya en pesar,
enbiar vos quiero a Castiella do avemos heredades,
al rrey Alfonsso mio sennor natural;
d’estas mis ganançias que avemos fechas aca
darle quiero C cavallos e vos idgelos levar.
Desi por mi besalde la mano e firme ge lo rrogad
por mi mugier e mis fijas
si fuere su merçed que m’ las dexe sacar.
Enbiare por ellas, e vos sabed el mensage:
la mugier de Mio Çid e sus fijas las iffantes
de guisa iran por ellas que a grand ondra vernan
a estas tierras estrannas que nos pudiemos ganar.»
Essora dixo Minaya: «¡De buena voluntad!»
Pues esto an fablado pienssanse de adobar.
Çiento omnes le dio Mio Çid a Albar Fannez
por servirle en la carrera
e mando mill marcos de plata a San Pero levar
e que los diesse al abbat don Sancho.

78.

En estas nuevas todos sea alegrando
de parte de orient vino un coronado:
el obispo don Jeronimo so nombre es lamado,
bien entendido es de letras e mucho acordado,
de pie e de cavallo mucho era areziado.
Las provezas de Mio Çid andavalas demandando,
sospirando el obispo que s’ viesse con moros en el campo,
que si s’ fartas’ lidiando e firiendo con sus manos
a los dias del sieglo non le lorassen christianos.
Quando lo oyo Mio Çid de aquesto fue pagado:
«¡Oid, Minaya Albar Fannez: por aquel que esta en alto,
quando Dios prestarnos quiere nos bien ge lo gradescamos!
En tierras de Valençia fer quiero obispado
e dargelo a este buen christiano.
Vos quando ides a Castiella levaredes buenos mandados.»

79.

Plogo a Albar Fannez de lo que dixo don Rodrigo.
A este don Jeronimo ya l’ otorgan por obispo,
dieronle en Valençia o bien puede estar rrico;
¡Dios, que alegre era todo christianismo
que en tierras de Valençia sennor avie obispo!
Alegre fue Minaya e spidios’ e vinos’.

80.

Tierras de Valençia rremanidas en paz,
adelinno pora Castiella Minaya Albar Fannez;
dexare vos las posadas, non las quiero contar.
Demando por Alfonsso do lo podrie fallar;
fuera el rrey a San Fagunt a un poco ha,
tornos’ a Carrion, i lo podrie fallar.
Alegre fue de aquesto Minaya Albar Fannez;
con esta presenteja adelinno pora alla.

81.

De missa era exido essora el rrey Alfonsso;
a fe Minaya Albar Fannez do lega tan apuesto!
Finco sos inojos ante tod’ el pueblo,
a los pies del rrey Alfonsso cayo con grand duelo,
besavale las manos e fablo tan apuesto:

82.

«¡Merçed, sennor Alfonsso, por amor del Criador!
Besavavos las manos Mio Çid lidiador
los pies e las manos commo a tan buen sennor
que l’ ayades merçed, ¡si vos vala el Criador!
Echastele de tierra, non ha la vuestra amor;
mager en tierra agena el bien faze lo so:
ganada a Xerica e a Onda por nombre,
priso a Almenar e a Murviedro que es mijor,
assi fizo Çebolla e adelant Castejon,
e Penna Cadiella que es una penna fuert;
con aquestas todas de Valençia es sennor,
obispo fizo de su mano el buen Campeador
e fizo çinco fides campales e todas las arranco.
Grandes son las ganançias que l’ dio el Criador,
fevos aqui las sennas, verdad vos digo yo:
çient cavallos gruessos e corredores,
de siellas e de frenos todos guarnidos son;
besavos las manos e que los prendades vos,
rrazonas’ por vuestro vassallo e a vos tiene por sennor.»
Alço la mano diestra, el rrey se sanctigo:
«De tan fieras ganançias commo a fechas el Campeador
¡si me vala Sant Esidro! plazme de coraçon,
e plazem’ de las nuevas que faze el Campeador;
rreçibo estos cavallos que m’ enbia de don.»
Mager plogo al rrey mucho peso a Garçi Ordonez:
«¡Semeja que en tierra de moros non a bivo omne
quando assi faze a su guisa el Çid Campeador!»
Dixo el rrey al conde: «Dexad essa rrazon,
que en todas guisas mijor me sirve que vos.»
Fablava Minaya i a guisa de varon:
«Merçed vos pide el Çid, si vos cayesse en sabor,
por su mugier donna Ximena e sus fijas amas a dos:
saldrien del monesterio do elle las dexo
e irien pora Valençia al buen Campeador.»
Essora dixo el rrey: «Plazme de coraçon;
hyo les mandare dar conducho mientra que por mi tierra fueren,
de fonta e de mal curialdas e de desonor;
quando en cabo de mi tierra aquestas duennas fueren
catad commo las sirvades vos e el Campeador.
¡Oidme, escuellas e toda la mi cort!
Non quiero que nada pierda el Campeador;
a todas las escuellas que a el dizen sennor
porque los deserede todo ge lo suelto yo;
sirvanles sus heredades do fuere el Campeador.
Atregoles los cuerpos de mal e de ocasion,
por tal fago aquesto que sirvan a so sennor.»
Minaya Albar Fannez las manos le beso;
sonrrisos’ el rrey, tan velido fablo:
«Los que quisieren ir servir al Campeador
de mi sean quitos e vayan a la graçia del Criador;
mas ganaremos en esto que en otra desonor.»
Aqui entraron en fabla los iffantes de Carrion:
«Mucho creçen las nuevas de Mio Çid el Campeador;
bien casariemos con sus fijas pora huebos de pro.
Non la osariemos acometer nos esta rrazon;
Mio Çid es de Bivar e nos de los condes de Carrion»
Non lo dizen a nadi e finco esta rrazon.
Minaya Albar Fannez al buen rrey se espidio:
«¿Hya vos ides, Minaya? ¡Id a la graçia del Criador!
Levedes un portero, tengo que vos avra pro;
si levaredes las duennas sivanlas a su sabor,
fata dentro en Medina denles quanto huebos les fuer;
desi adelant piensse d’ellas el Campeador.»
Espidios’ Minaya e vasse de la cort.

83.

Los iffantes de Carrion dando ivan conpanna a Minaya Albar Fannez:
«En todo sodes pro, en esto assi lo fagades:
saludadnos a Mio Çid el de Bivar,
somos en so pro quanto lo podemos far;
el Çid que bien nos quiera nada non perdera.»
Respuso Minaya: «Esto non me a por que pesar.»
Hido es Minaya, tornansse los iffantes.
Adelino pora San Pero o las duennas estan,
tan grand fue el gozo quando l’ vieron assomar;
deçido es Minaya, a Ssan Pero va rrogar.
Quando acabo la oraçion a las duennas se torno:
«Omilom’, donna Ximena; ¡Dios vos curie de mal!
¡Assi ffaga a vuestras fijas amas!
Saludavos Mio Çid alla ond de elle esta,
sano lo dexe e con tan grand rrictad.
El rrey por su merçed sueltas me vos ha
por levaros a Valençia que avemos por heredad.
Si vos viesse el Çid sannas e sin mal
todo serie alegre que non avrie ningun pesar.»
Dixo donna Ximena: «¡El Criador lo mande!»
Dio tres cavalleros Minaya Albar Fannez,
enviolos a Mio Çid a Valençia do esta:
«Dezid al Canpeador ¡que Dios le curie de mal!»
que su mugier e sus fijas el rrey sueltas me las ha;
mientra que fueremos por sus tierras conducho nos mando dar.
De aquestos XV dias si Dios nos curiare de mal
seremos yo e su mugier e sus fijas que el a
hy todas las duennas con ellas quantas buenas ellas han.»
Hidos son los cavalleros e d’ello penssaran;
remaneçio en San Pero Minaya Albar Fannez.
Veriedes cavalleros venir de todas partes,
hirse quieren a Valençia a Mio Çid el de Bivar,
que les toviesse pro rrogavan a Albar Fannez;
diziendo esto Mianaya: «Esto fere de veluntad.»
A Minaya LXV cavalleros acreçido l’ han
e el se tenie C que aduxiera d’alla;
por ir con estas duennas buena conpanna se faze.
Los quinientos marcos dio Minaya al abbat;
de los otros quinientos dezirvos he que faze:
Minaya a donna Ximena e a sus fijas que ha
e a las otras duennas que las sirven delant
el bueno de Minaya pensolas de adobar
de los mejores guarnimientos que en Burgos pudo falar,
palafres e mulas, que non parescan mal.
Quando estas duennas adobadas las han
el bueno de Minaya penssar quiere de cavalgar.
Afevos Rachel e Vidas, a los pies le caen:
«¡Merçed, Minaya, cavallero de prestar!
Desfechos nos ha el Çid sabet, si no nos val;
soltariemos la ganançia que nos diesse el cabdal.»
«Hyo lo vere con el Çid si Dios me lieva ala;
por lo que avedes fecho buen cosiment i avra.»
Dixo Rachel e Vidas: ¡El Criador lo mande!
Si non, dexaremos Burgos, irlo hemos buscar.»
Hido es pora San Pero Minaya Albar Fannez;
muchas yentes se le acogen, pensso de cavalgar.
Grand duelo es al partir del abbat:
«¡Si vos vala el Criador Minaya Albar Fannez!
Por mi al Campeador las manos le besad;
aqueste monesterio no lo quiera olbidar,
todos los dias del sieglo en levarlo adelant
el Çid siempre valdra mas.»
Respuso Minaya: «¡Ferlo he de veluntad!»
Hya s’ espiden e pienssan de cavalgar,
el portero con ellos que los ha de aguardar;
por la tierra del rrey mucho conducho les dan.
De San Pero fasta Medina en V dias van;
felos en Medina las duennas e Albar Fannez.
Direvos de los cavalleros que levaron el menssaje:
al ora que lo sopo Mio Çid el de Bivar
plogol’ de coraçon e tornos’ a alegrar,
de la su boca conpeço de fablar:
«¡Qui buen mandadero enbia tal deve sperar»
Tu, Munno Gustioz e Pero Vermuez delant
e Martin Antolinez un burgales leal,
el obispo don Jeronimo coronado de prestar,
cavalguedes con çiento guisados pora huebos de lidiar;
por Sancta Maria vos vayades passar,
vayades a Molina que yaze mas adelant,
tienela Avengalvon mio amigo es de paz
con otros çiento cavalleros bien vos conssigra;
hid pora Medina quanto lo pudieredes far;
mi mugier e mis fijas con Minaya Albar Ffannez
asi commo a mi dixieron hi los podredes falar,
con grand ondra aduzidmelas delant.
E yo fincare en Valençia que mucho costado m’ ha,
grand locura serie si la desenparas’;
yo ffincare en Valençia ca la tengo por heredad.»
Esto era dicho, pienssan de cavalgar
e quanto que pueden non fincan de andar.
Troçieron a Sancta Maria e vinieron albergar a Fronchales,
e el otro dia vinieron a Molina posar.
El moro Avengalvon quando sopo el menssaje
saliolos rreçebir con grant gozo que faze:
«¿Venides, los vassallos de mio amigo natural?
¡A mi non me pesa sabet, mucho me plaze!»
Fablo Munno Gustioz, non spero a nadi:
«Mio Çid vos saludava e mandolo rrecabdar
con çiento cavalleros que privado l’ acorrades.
Su mugier e sus fijas en Medina estan;
que vayades por ellas, adugadesgelas aca
e ffatta en Valençia d’ellas non vos partades.»
Dixo Avengalvon: «Ferlo he de veluntad!»
Essa noch conducho les dio grand;
a la mannana pienssan de cavalgar;
çiento l’ pidieron mas el con dozientos va.
Passan las montannas que son fieras e grandes,
passaron Mata de Toranz de tal guisa que ningun miedo non han,
por el val de Arbuxedo pienssan a deprunar.
E en Medina todo el rrecabdo esta:
envio dos cavalleros Minaya Albar Fannez que sopiessen la verdad,
esto non detardan ca de coraçon lo han;
el uno finco con ellos e el otro torno a Albar Fannez:
«Virtos del Campeador a nos vienen buscar;
Afevos aqui Pero Vermuez e Munno Gustioz que vos quieren sin hart,
e Martin Antolinez el burgales natural
e el obispo don Jeronimo coronado leal,
e el alcayaz Avengalvon con sus fuerças que trahe
por sabor de Mio Çid de grand ondra l’ dar;
todos vienen en uno, agora legaran.»
Essora dixo Minaya: «¡Vayamos cavalgar!»
Esso ffue apriessa fecho que no s’ quieren detardar;
bien salieron d’en çiento que non pareçen mal,
en buenos cavallos a petrales e a cascaveles
e a cuberturas de çendales e escudos a los cuellos
e en las manos lanças que pendones traen,
que sopienssen los otros de que seso era Albar Fannez
o cuemo saliera de Castiella Albar Fannez con estas duennas que trahe.
Los que ivan mesurando e legando delant.
luego toman armas e tomanse a deportar;
por çerca de Salon tan grandes gozos van.
Don legan los otros a Minaya Albar Fannez se van homilar.
Quando lego Avengalvon dont a ojo ha
sonrrisandose de la boca hivalo abraçar,
en el ombro lo saluda ca tal es su husaje:
«¡Tan buen dia convusco Minaya Albar Fannez!
Traedes estas duennas por o valdremos mas,
mugier del Çid lidiador e ssus ffijas naturales;
ondrarvos hemos todos ca tal es la su auze,
mager que mal le queramos non ge lo podremos far,
en paz o en gerra de lo nuestro abra;
mucho l’ tengo por torpe qui non conosçe la verdad.»

84.

Sonrrisos’ de la boca Minaya Albar Fannez:
«¡Hya Avengalvon amigo l’ sodes sin falla!
Si Dios me legare al Çid e lo vea con el alma
d’esto que avedes fecho vos non perderedes nada.
Vayamos posar ca la çena es adobada.»
Dixo Avengalvon: «Plazme d’esta presentaja,
antes deste terçer dia vos la dare doblada.»
Entraron en Medina, sirvialos Minaya;
todos fueron alegres del çerviçio que tomaran.
El portero del rrey quitarlo mandava;
ondrado es Mio Çid en Valençia do estava
de tan grand conducho commo en Medina l’ sacaran;
el rrey lo pago todo e quito se va Minaya.
Passada es la noche, venida es la mannana,
oida es la missa e luego cavalgavan;
salieron de Medina e Salon passavan,
Arbuxuelo arriba privado aguijavan,
el campo de Torançio luego l’ atravessavan,
vinieron a Molina la que Avengalvon mandava.
El obispo don Jheronimo buen christiano sin falla
las noches e los dias las duennas aguardava,
e buen cavallo en diestro que va ante sus armas,
entre el e Albar Fannez hivan a una companna.
Entrados son a Molina, buena e rrica casa;
el moro Avengalvon bien los sirvie sin falla,
de quanto que quisieron non ovieron falla,
aun las ferraduras quitargelas mandava;
a Minaya e a las duennas ¡Dios, commo las ondrava!
Otro dia mannana luego cavalgavan;
fata en Valençia sirvialos sin falla,
los sos despendie el moro que de lo so non tomava nada.
Con estas alegrias e nuevas tan ondradas
apres son de Valençia a tres leguas contadas.
A Mio Çid el que en buen ora nasco
dentro a Valençia lievanle el mandado;

85.

Alegre fue Mio Çid que nunqua mas nin tanto
ca de lo que mas amava ya l’ viene el mandado.
Dozientos cavalleros mando exir privado
que rreçiban a Mianaya e a las duennas fijasdalgo;
el sedie en Valençia curiando e guardando
ca bien sabe que Albar Fannez trahe todo rrecabdo.

86.

Afevos todos aquestos rreçiben a Minaya
e a las duennas e a las ninnas e a las otras conpannas.
Mando Mio Çid a los que ha en su casa
que guardassen el alcaçar e las otras torres altas
e todas las puertas e las exidas e las entradas,
e aduxiessenle a Bavieca poco avie que l’ ganara,
aun no sabie Mio Çid el que en buen ora çinxo espada
si serie corredor o ssi abrie buena parada;
a la puerta de Valençia do fuesse en so salvo
delante su mugier e de sus fijas querie tener las armas.
Reçibidas las duennas a una grant ondrança
el obispo don Jheronimo adelant se entrava,
i dexava el cavallo, pora la capiella adelinava;
con quantos que el puede que con oras se acordaran,
sobrepeliças vestidas e con cruzes de plata,
rreçibir salien las duennas e al bueno de Minaya.
El que en buen ora nasco non lo detardava;
ensiellanle a Bavieca, cuberturas le echavan,
Mio Çid salio sobr’ el e armas de fuste tomava;
vistios’ el sobregonel; luenga trahe la barba;
fizo una corrida; esta fue tan estranna
por nombre el cavallo Bavieca cavalga;
quando ovo corrido todos se maravillavan;
d’es’ dia se preçio Bavieca en quant grant fue Espanna.
En cabo del cosso Mio Çid descalgava,
adelinno a su mugier e a sus fijas amas.
Quando lo vio donna Ximena a pies se le echava:
«¡Merçed, Campeador en buen ora çinxiestes espada!
Sacada me avedes de muchas vergüenças malas;
afeme aqui, sennor, yo e vuestras fijas e amas,
con Dios e convusco buenas son e criadas.»
A la madre e a las fijas bien las abraçava,
del gozo que avien de los sos ojos loravan.
Todas las sus mesnadas en grant delent estavan,
armas teniendo e tablados quebrantavan.
Oid que dixo el que en buen ora nasco:
«Vos, querida e ondrada mugier,
e amas mis fijas mi coraçon e mi alma,
entrad comigo en Valençia la casa,
en esta heredad, que yo vos he ganada.»
Madre e fijas las manos le besavan;
a tan grand ondra ellas a Valençia entravan.

87.

Adelinno Mio Çid con ellas al alcaçar
ala las subie en el mas alto logar.
Ojos velidos catan a todas partes,
miran Valençia commo yaze la çibdad
e del otra parte a ojo han el mar;
miran la huerta espessa es e grand;
alçan las manos por a Dios rrogar
d’esta ganançia commo es buena e grand.
Mio Çid e sus companas tan a grand sabor estan.
El ivierno es exido que el março quiere entrar.
Dezir vos quiero nuevas de alent partes del mar,
de aquel rrey Yuçef que en Marruecos esta.

88.

Pesol’ al rrey de Marruecos de Mio Çid don Rodrigo:
«Que en mis heredades fuertemientre es metido
e el non ge lo gradeçe si non a Jhesu Christo»
Aquel rrey de Marruecos ajuntava sus virtos,
con L vezes mill de armas todos fueron conplidos;
entraron sobre mar, en las barcas son metidos,
van buscar a Valençia a Mio Çid don Rodrigo.
Arribado an las naves, fuera eran exidos.

89.

Legaron a Valençia la que Mio Çid a conquista;
fincaron las tiendas e posan las yentes descreidas.
Estas nuevas a Mio Çid eran venidas:

90.

«¡Grado al Criador e a Padre espirital!
Todo el bien que yo he todo lo tengo delant;
con afan gane a Valençia e ela por heredad,
a menos de muert no la puedo dexar.
«¡Grado al Criador e a Sancta Maria madre
mis fijas e mi mugier que las tengo aca!
Venido m’ es deliçio de tierras d’alent mar;
entrare en las armas, non lo podre dexar;
mis fijas e mi mugier verme an lidiar,
en estas tierras agenas veran las moradas commo se fazen,
¡afarto veran por los ojos commo se gana el pan!»
Su mugier e sus fijas subiolas al alcaçar,
alçavan los ojos, tiendas vieron fincadas:
«¿Qu’ es esto, Çid? ¡Si el Criador vos salve!»
«¡Ya mugier ondrada non ayades pesar!
Riqueza es que nos acreçe maravillosa e grand;
¡a poco que viniestes presend vos quieren dar;
por casar son vuestras fijas: aduzenvos axuvar!»
«¡A vos grado, Çid, e al Padre spirital!»
«Mugier, sed en este palaçio, e si quisieredes en el alcaçar.
Non ayades pavor por que me veades lidiar;
con la merçed de Dios e de Sancta Maria madre
creçem’ el coraçon porque estades delant;
¡con Dios aquesta lid yo la he de arrancar!»

91.

Fincadas son las tiendas e pareçen los alvores,
a una grand priessa tanien los atamores;
alegravas’ Mio Çid e dixo: «¡Tan buen dia es oy!»
Miedo a su mugier e quierel’ quebrar el coraçon,
assi ffazie a las duennas e a sus fijas amas a dos;
del dia que nasquieran non vieran tal tremor.
Prisos’ a la barba el buen Çid Campeador:
«Non ayades miedo ca todo es vuestra pro;
antes destos XV dias si plogiere al Criador
aquelos atamores a vos los pondran delant e veredes quanles son,
desi an a sser del obispo don Jheronimo,
colgar los han en Sancta Maria madre del Criador.»
Vocaçion es que fizo el Çid Campeador.
Alegres son las duennas, perdiendo van el pavor.
Los moros de Marruecos cavalgan a vigor
por las huertas adentro estan sines pavor.

92.

Violo el atalaya e tanxo el esquila;
prestas son las mesnadas de las yentes christianas,
adobanse de coraçon e dan salto de la villa;
do s’ fallan con los moros cometienlos tan aina,
sacanlos de las huertas mucho a fea guisa,
quinientos mataron d’ellos conplidos en es dia.

93.

Bien fata las tiendas dura aqueste alcaz;
mucho avien fecho, pienssan de cavalgar;
Albar Salvadorez preso finco alla.
Tornados son a Mio Çid los que comien so pan,
el se lo vio con los ojos, cuentangelo delant.
Alegre es Mio Çid por quanto fecho han:
«¡Oidme, cavalleros, non rastara por al!
Oy es dia bueno e mejor sera cras;
por la mannana prieta todos armados seades,
dezirnos ha la missa, e penssad de cavalgar.
el obispo don Jheronimo soltura nos dara,
¡Hirlos hemos fferir en el nombre del Criador e del apostol Sancti Yagüe;
mas vale que nos los vezcamos que ellos cojan el pan!»
Essora dixieron todos: «¡D’amor e de voluntad!»
Fablava Minaya, non lo quiso detardar:
«Pues esso queredes Çid, a mi mandedes al:
dadme CXXX cavalleros pora huebos de lidiar;
quando vos los fueredes ferir entrare yo del otra part,
o de amas o del una Dios nos valdra.»
Essora dixo el Çid: «¡De buena voluntad!»

94.

El dia es salido e la noche entrada es.
No s’ detardan de adobasse essas yentes christianas.
A los mediados gallos antes de la mannana
el obispo don Jheronimo la missa les cantava;
la missa dicha grant sultura les dava:
«El que aqui muriere lidiando de cara
prendol’ yo los pecados e Dios le abra el alma.
A vos, Çid don Rodrigo ¡en buen ora çinxiestes espada!
hyo vos cante la missa por aquesta mannana;
pidovos un don e seam’ presentado:
las feridas primeras que las aya yo otorgadas.»
Dixo el Campeador: «Des aqui vos sean mandadas.»

95.

Salidos son todos armados por las torres de Valençia.
Mio Çid a los sos vassalos tan bien los acordando,
dexan a las puertas omnes de grant rrecabdo.
Dio salto Mio Çid en Bavieca el so cavallo,
de todas guarnizones muy bien es adobado.
La senna sacan fuera, de Valençia dieron salto,
quatro mil menos XXX con Mio Çid van a cabo,
a los çinquaenta mill vanlos ferir de grado.
Alvar Alvarez e Alvar Salvadorez e Minaya Albar Fannez
entraronles del otro cabo;
plogo al Criador e ovieron de arrancarlos.
Mio Çid enpleo la lança, al espada metio mano,
a tantos mata de moros que non fueron contados,
por el cobdo ayuso la sangre destellando;
al rrey Yuçef tres colpes le ovo dados,
salios’le de so l’espada ca mucho l’ andido el cavallo,
metios’le en Gujera, un castiello palaçiano;
Mio Çid el de Bivar fasta alli lego en alcaz
con otros que l’ consigen de sus buenos vassallos.
Desd’alli se torno el que en buen ora nasco;
mucho era alegre de lo que an caçado.
Ali preçio a Bavieca de la cabeça fasta a cabo;
toda esta ganançia en su mano a rastado.
Los L mill por cuenta fueron notados;
non escaparon mas de çiento e quatro.
Mesnadas de Mio Çid robado an el canpo,
entre oro e plata fallaron tres mill marcos,
las otras ganançias non avia rrecabdo.
Alegre era Mio Çid e todos sos vassallos
que Dios le ovo merçed que vençieron el campo.
Quando el rrey de Marruecos assi lo an arrancado
dexo Albar Fannez por saber todo rrecabdo.
Con C cavalleros a Valençia es entrado:
fronzida trahe la cara, que era desarmado,
assi entro sobre Bavieca el espada en la mano.
Reçibienlo las duennas que lo estan esperando,
Mio Çid finco ant’ ellas, tovo la rrienda al cavallo;
«¡A vos me omillo, duennas! Grant prez vos he gannado,
vos teniendo Valençia e yo vençi el campo;
esto Dios se lo quiso con todos los sos sanctos
quando en vuestra venida tal ganançia nos an dada.
Vedes el espada sangrienta e sudiento el cavallo,
¡con tal cum esto se vençen moros del campo!
Rogand al Criador que vos biva algunt anno,
entraredes en prez e besaran vuestras manos.»
Esto dixo Mio Çid diçiendo del cavallo;
quando l’ vieron de pie, que era descavalgado,
las duennas e las fijas e la mugier que vale algo
delant el Campeador los inojos fincaron:
«¡Somos en vuestra merçed e bivades muchos annos!»
En buelta con el entraron al palaçio
e ivan posar con el en unos preçiosos escannos:
«¡Hya mugier donna Ximena! ¿No m’ lo aviedes rrogado?
Estas duennas que aduxistes que vos sirven tanto
quierolas casar con de aquestos mios vassallos;
a cada una d’ellas doles CC marcos de plata,
que lo sepan en Castiella a quien sirvieron tanto.
Lo de vuestras fijas venir sea mas por espaçio.»
Levantaronse todas e besaronle las manos;
grant fue el alegria que fue por el palaçio,
commo lo dixo el Çid assi lo han acabado.
Minaya Albar Fannez fuera era en el campo
con todas estas yentes escriviendo e contando;
entre tiendas e armas e vestidos preçiados
tanto fallan d’esto que cosa es sobejana.
Quierovos dezir lo que es mas granado:
non pudieron ellos saber la cuenta de todos los cavallos
que andan arriados e non ha qui tomalos,
los moros de las tierras ganado se an i algo;
mager de todo esto el Campeador contado
de los buenos e otorgados cayeronle mill e D cavallos;
quando a Mio Çid cayeron tantos
los otros bien pueden fincar pagados.
¡Tanta tienda preçiada e tanto tendal obrado
que a ganado Mio Çid con todos sus vassallos!
La tienda del rrey de Marruecos que de las otras es cabo
dos tendales la sufren, con oro son labrados;
mando Mio Çid Ruy Diaz que fita s’ oviesse la tienda
e non la tolliesse dent christiano:
«Tal tienda commo esta que de Maruecos es passada
enbiarla quiere a Alfonsso el Castellano
que croviesse sos nuevas de Mio Çid que avie algo.»
Con aquestas rriquezas tantas a Valençia son entrados.
El obispo don Jheronimo caboso coronado
quando es farto de lidiar con amas las sus manos
non tiene en cuenta los moros que ha matados;
lo que caie a el mucho era sobejano.
Mio Çid don Rodrigo el que en buen ora nasco
de toda la su quinta el diezmo l’ a mandado.

96.

Alegres son por Valençia las yentes christianas,
tantos avien de averes de cavallos e de armas;
alegre es donna Ximena e sus fijas amas
e todas las otras duennas que tienen por casadas.
El bueno de Mio Çid non lo tardo por nada:
«¿Do sodes, caboso? Venid aca, Minaya:
de lo que a vos cayo vos non gradeçedes nada;
desta mi quinta digo vos sin falla
prended lo que quisieredes, lo otro rremanga;
e cras ha la mannana irvos hedes sin falla
con cavallos desta quinta que yo he ganada
con siellas e con frenos e con sennas espadas;
por amor de mi mugier e de mis fijas amas
porque assi las enbio dond’ ellas son pagadas
estos dozientos cavallos iran en presentajas
que non diga mal el rrey Alfonsso del que Valençia manda.»
Mando a Pero Vermuez que fuesse con Minaya.
Otro dia mannana privado cavalgavan
e dozientos omnes lievan en su conpanna
con saludes del Çid que las manos le besava;
d’esta lid que ha arrancada
CC cavallos le enbiava en presentaja:
«¡E servirlo he sienpre mientra que ovisse el alma!»

97.

Salidos son de Valençia e pienssan de andar;
talles ganançias traen que son a aguardar.
Andan los dias e las noches
e passada han la sierra que las otras tierras parte;
por el rrey don Alfonsso tomansse a preguntar.

98.

Passando van las sierras e los montes e las aguas,
legan a Valadolid do el rrey Alfonsso estava.
Enviavale mandado Pero Vermuez e Minaya
que mandasse rreçebir a esta conpanna,
Mio Çid el de Valençia enbia su presentaja.

99.

Alegre fue el rrey, non viestes atanto;
mando cavalgar a priessa tosdos sos fijosdalgo,
hi en los primeros el rrey fuera dio salto
a ver estos mensajes del que en buen ora nasco.
Los ifantes de Carrion sabet, i s’ açertaron,
el conde don Garçia so enemigo malo;
a los unos plaze e a los otros va pesando.
A ojo lo avien los del que en buen ora nasco,
cuedanse que es almofalla ca non vienen con mandado;
el rrey don Alfonsso seise sanctiguando.
Minaya e Per Vermuez adelante son legados;
firieronse a tierra, deçendieron de los cavalos,
ant’ el rrey Alfonsso los inojos fincados
besan la tierra e los pies amos:
«¡Merçed, rrey Alfonsso, sodes tan ondrado!
Por Mio Çid el Campeador todo esto vos besamos;
a vos lama por sennor e tienes’ por vuestro vassallo;
mucho preçia la ondra el Çid que l’ avedes dado.
Pocos dias ha, rrey, que una lid a arrancado;
a aquel rrey de Marruecos Yuçeff por nombrado
con çinquaenta mill arrancolos del campo;
las ganançias que fizo mucho son sobejanas,
ricos son venidos todos los sos vassallos;
e embiavos dozientos cavallos e besavos las manos.»
Dixo el rrey don Alfonsso: «Reçibolos de grado;
gradescolo a Mio Çid que tal don me ha enbiado,
aun vea ora que de mi sea pagado.»
Esto plogo a muchos e besaronle las manos.
Peso al conde don Garçia e mal era irado,
con X de sus parientes a parte davan salto:
«¡Maravilla es del Çid que su ondra creçe tanto!
En la ondra que el ha nos seremos abiltados;
¡por tan biltadamientre vençer rreyes del campo,
commo si los falasse muertos aduzirse los cavallos!
Por esto que el faze nos abremos enbargo.»

100.

Fablo el rrey don Alfonsso e dixo esta rrazon:
«Grado al Criador e al sennor Sant Esidro el de Leon
estos dozientos cavallos que m’ enbia Mio Çid.
Mio rreino adelant mejor me podra servir.
A vos, Minaya Albar Fannez e a Pero Vermuez aqui
mando vos los cuerpos ondradamientre servir e vestir
e guarnirvos de todas armas commo vos dixieredes aqui,
que bien parescades ante Ruy Diaz Mio Çid;
dovos III cavallos e prendedlos aqui.
Assi commo semeja e la veluntad me lo diz
todas estas nuevas a bien abran de venir.»

101.

Besaronle las manos e entraron a posar;
bien los mando servir de quanto huebos han.
De los iffantes de Carrion yo vos quiero contar,
fablando en su conssejo, aviendo su poridad:
«Las nuevas del Çid mucho van adelant;
demandemos sus fijas pora con ellas casar;
creçremos en nuestra ondra e iremos adelant.»
Vinien al rrey Alfonsso con esta poridad:

102.

«¡Merçed vos pedimos commo a rrey e sennor natural!
Con vuestro conssejo lo queremos fer nos
que nos demandedes fijas del Campeador;
casar queremos con ellas a su ondra e a nuestra pro.»
Una grant ora el rrey pensso e comidio:
«Hyo eche de tierra al buen Campeador,
e faziendo yo ha el mal e el a mi grand pro
del casamiento non se si s’ abra sabor;
mas pues bos lo queredes entremos en la rrazon.»
A Minaya Albar Fannez e a Pero Vermuez
el rrey don Alfonso essora los lamo,
a una quadra ele los aparto:
«Oidme, Minaya, e vos, Per Vermuez:
sirvem’ Mio Çid el Campeador,
el lo mereçe e de mi abra perdon;
viniessem’ a vistas si oviesse dent sabor.
Otros mandados ha en esta mi cort:
Diego e Ferrando los iffantes de Carrion
sabor han de casar con sus fijas amas a dos.
Sed buenos menssageros e rruegovoslo yo
que ge lo digades al buen Campeador;
abra i ondra e creçra en onor
por conssagrar con los iffantes de Carrion.»
Fablo Minaya e plogo a Per Vermuez:
«Rogargelo emos lo que dezides vos;
despues faga el Çid lo que oviere sabor.»
«Dezid a Ruy Diaz el que en buen ora nasco
que l’ ire a vistas do fuere aguisado;
do el dixiere i sea el mojon,
andarle quiero a Mio Çid en toda pro.»
Espidiensse del rrey, con esto tornados son,
van pora Valençia ellos e todos los sos.
Quando lo sopo el buen Campeador
apriessa cavalga, a rreçebirlos salio;
sonrrisos’ Mio Çid e bien los abraço:
«¿Venides, Minaya, e vos, Per Vermuez?
¡En pocas tierras a tales dos varones!
¿Commo son las saludes de Alfonsso mio sennor?
¿Si es pagado o rreçibio el don?»
Dixo Minaya: «D’alma e de coraçon
es pagado, e davos su amor.»
Dixo Mio Çid: «¡Grado al Criador!»
Esto diziendo conpieçan la rrazon
lo que l’ rrogava Alfonsso el de Leon
de dar sus fijas a los ifantes de Carrion,
qu’ el connosçie i ondra e creçie en onor,
que ge lo conssejava d’alma e de coraçon.
Quando lo oyo Mio Çid el buen Campeador
una grant ora pensso e comidio:
«¡Esto gradesco a Christus el mio sennor!
Echado fu de tierra e tollida la onor,
con grand afan gane lo que he yo;
a Dios lo gradesco que del rrey he su graçia
e pidenme mis fijas pora los ifantes de Carrion.
Ellos son mucho urgullosos e an part en la cort,
d’este casamiento non avria sabor;
mas pues lo conseja el que mas vale que nos
flablemos en ello, en la poridad seamos nos.
Afe Dios del çiello: ¡que nos acuerde en lo mijor!»
«Con todo esto a vos dixo Alfonsso
que vos vernie a vistas do oviessedes sabor;
querervos ie ver e darvos su amor,
acordarvos iedes despues a todo lo mejor.»
Essora dixo el Çid: «¡Plazme de coraçon!»
«Estas vistas o las ayades vos»
dixo Minaya «Vos sed sabidor.»
«Non era maravilla si quisiesse el rrey Alfonsso,
fasta do lo fallassemos buscar lo iremos nos
por darle grand ondra commo a rrey de tierra;
mas lo que el quisiere esso queramos nos.
Sobre Tajo que es una agua cabdal
ayamos vistas quando lo quiere mio sennor»
Escrivien cartas, bien las sello,
con dos cavalleros luego las enbio.
Lo que el rrey quisiere esso fera el Campeador.

103.

Al rrey ondrado delant le echaron las cartas;
quando las vio de coraçon se paga:
«Saludadme a Mio Çid el que en buen ora çinxo espada;
sean las vistas d’estas III semanas;
s’yo bivo so ali ire sin falla.»
Non lo detardan, a Mio Çid se tornavan.
D’ella part e d’ella pora las vistas se adobavan:
¿quien vio por Castiella tanta mula preçiada
e tanto palafre que bien anda,
cavallos gruessos e coredores sin falla,
tanto buen pendon meter en buenas astas,
escudos boclados con oro e con plata,
mantos e pielles e buenos çendales d’Andria?
Conduchos largos el rrey enbiar mandava
a las aguas de Tajo o las vistas son aparejadas.
Con el rrey a tantas buenas conpannas.
Los iffantes de Carrion mucho alegres andan,
lo uno adebdan e lo otro pagavan;
commo ellos tenien creçerles ia la ganançia,
quantos quisiessen averes d’oro o de plata.
El rrey don Alfonsso apriessa cavalgava,
cuendes e podestades e muy grandes mesnadas;
los ifantes de Carrion lievan grandes conpannas.
Con el rrey van leoneses e mesnadas galizianas;
non son en cuenta sabet, las castellanas.
Sueltan las rriendas, a las vistas se van adelinnadas.

104.

Dentro en Vallençia Mio Çid el Campeador
non lo detarda, pora las vistas se adobo:
¡tanta gruessa mula e tanto palafre de sazon,
tanta buena arma e tanto buen cavallo coredor,
tanta buena capa e mantos e pelliçones!
Chicos e grandes vestidos son de colores.
Minaya Albar Fannez e aquel Pero Vermuez,
Martin Munnoz e Martin Antolinez el burgales de pro,
el obispo don Jeronimo coronado mejor,
Alvar Alvarez e Alvar Savadorez,
Munno Gustioz el cavallero de pro,
Galind Garçiaz el que fue de Aragon:
estos se adoban por ir con el Campeador
e todos los otros que i son.
Alvar Salvadorez e Galind Garçiaz el de Aragon
a aquestos dos mando el Campeador
que curien a Valençia d’alma e de coraçon
e todos los que en poder d’essos fossen;
las puertas del alcaçar que non se abriessen de dia nin de noch,
dentro es su mugier e sus fijas amas a dos
en que tiene su alma e su coraçon,
e otras duennas que las sirven a su sabor;
rrecabdado ha commo tan buen varon
que del alcaçar una salir non puede
fata que s’ torne el que en buen ora nasco.
Salien de Valençia, aguijan e espolonavan:
tantos cavallos en diestro gruessos e corredores
Mio Çid se los gannara, que no ge los dieran en don.
Hya s’ va pora las vistas que con el rrey paro.
De un dia es legado antes el rrey don Alfonsso;
quando vieron que vinie el buen Campeador
reçebirlo salen con tan grand onor.
Don lo ovo a ojo el que en buen ora nasco
a todos los sos estar los mando
si non a estos cavalleros que querie de coraçon;
con unos XV a tierras firio
commo lo comidia el que en buen ora naçio;
los inojos e las manos en tierra los finco,
las yerbas del campo a dientes las tomo
lorando de los ojos, tanto avie el gozo mayor,
asi sabe dar omildança a Alfonsso so sennor.
De aquesta guisa a los pies le cayo.
Tan grand pesar ovo el rrey don Alfonsso:
¡Levantados en pie ya Çid Campeador!
Besad las manos, ca los pies no;
si esto non feches non avredes mi amor.»
Hinojos fitos sedie el Campeador:
«¡Merçed vos pido a vos mio natural sennor!
Assi estando dedesme vuestra amor,
que lo oyan quantos aqui son.»
Dixo el rrey: «¡Esto fere d’alma e de coraçon!
Aqui vos perdono e dovos mi amor,
en todo mio rreino parte desde oy.»
Fablo Mio Çid e dixo:
«¡Merçed! Yo lo rreçibo, Alfonsso mio sennor;
¡gradescolo a Dios del çielo e despues a vos
e a estas mesnadas que estan a derredor!»
Hinojos fitos las manos le beso,
levos’ en pie e en la boca l’ saludo.
Todos los demas d’esto avien sabor;
peso a Albar Diaz e a Garçi Ordonnez.
Fablo Mio Çid e dixo esta rrazon:
«¡Esto gradesco al Criador
quando he la graçia de don Alfonsso mio sennor;
valerme a Dios de dia e de noch!
Fuessedes mi huesped si vos plogiesse, sennor.»
Dixo el rrey: «Non es aguisado oy;
vos agora legastes e nos viniemos anoch;
Mio huesped seredes, Çid Campeador,
e cras feremos lo que plogiere a vos.»
Besole la mano, Mio Çid lo otorgo.
Essora se le omillan los iffantes de Carrion:
«Omillamosnos, Çid: ¡en buen ora nasquiestes vos!
En quanto podemos andamos en vuestro pro.»
Respuso Mio Çid: «¡Assi lo mande el Criador!»
Mio Çid Ruy Diaz que en ora buena nasco
en aquel dia del rrey so huesped fue;
non se puede fartar del, tanto l’ querie de coraçon,
catandol’ sedie la barba que tan aina l’ creçiera.
Maravillanse de Mio Çid quantos que i son.
Es dia es passado e entrada es la noch.
Otro dia mannana claro salie el sol:
el Campeador a los sos lo mando
que adobassen cozina pora quantos que i son;
de tal guisa los paga Mio Çid el Campeador
todos eran alegres e acuerdan en una rrazon:
passado avie III annos no comieran mejor.
Al otro dia mannana assi commo salio el sol
el obispo don Jheronimo la missa canto;
al salir de la missa todos juntados son,
non lo tardo el rrey, la rrazon conpeço:
«¡Oidme, las escuellas, cuendes e ifançones!
Cometer quiero un rruego a Mio Çid el Campeador;
¡asi lo mande Christus que sea a so pro!
Vuestras fijas vos pido, don Elvira e donna Sol,
que las dedes por mugieres a los ifantes de Carrion.
Semejam el casamiento ondrado e con grant pro;
ellos vos las piden e mandovoslo yo.
D’ella e d’ella part quantos que aqui son
los mios e los vuestros que sean rrogadores;
¡dandos’ las, Mio Çid, si vos vala el Criador!»
«Non abria fijas de casar» rrespuso el Campeador
«ca non han grant hedand e de dias pequennas son.
De grandes nuevas son los ifantes de Carrion,
perteneçen pora mis fijas e aun pora mejores.
Hyo las engendre amas e criasteslas vos;
entre yo y ellas en vuestra merçed somos nos,
afellas en vuestra mano don Elvira e donna Sol:
dadlas a qui quisieredes vos ca yo pagado so.»
«Graçias» dixo el rrey «A vos e a tod esta cort.»
Luego se levantaron los iffantes de Carrion,
ban besar las manos al que en ora buena naçio;
camearon las espadas ant’ el rrey don Alfonsso.
Fablo el rrey don Alfonsso commo tan buen sennor:
«Grado e graçias, Çid, commo tan bueno, e primero al Criador,
que m’ dades vuestras fijas pora los ifantes de Carrion.
D’aqui las prendo por mis manos don Elvira e donna Sol
e dolas por veladas a los ifantes de Carrion.
Hyo las caso a vuestras fijas con vuestro amor;
¡al Criador plega que ayades ende sabor!
Afellos en vuestras manos los ifantes de Carrion;
ellos vayan convusco ca d’aquen me torno yo.
Trezientos marcos de plata en ayuda les do yo
que metan en sus bodas o do quisieredes vos.
Pues fueren en vuestro poder en Valençia la mayor
los yernos e las fijas todos vuestros fijos son;
lo que vos plogiere d’ellos fet, Campeador.»
Mio Çid ge los rreçibe, las manos le beso:
«¡Mucho vos lo gradesco commo a rrey e a sennor!
Vos casades mis fijas ca non ge las do yo.»
Las palabras son puestas que otro dia mannana quando salie el sol
que s’ tornasse cada uno don salidos son.
Aqui s’ metio en nuevas Mio Çid el Campeador:
tanta gruessa mula e tanto palafre de sazon
conpeço Mio Çid a dar a quien quiere prender so don,
tantas buenas vestiduras que d’ alfaya son;
cada uno lo que pide nadi no l’ dize de no.
Mio Çid de los cavallos LX dio en don;
todos son pagados de las vistas quantos que i son.
Partir se quieren que entrada era la noch.
El rrey a los ifantes a las manos les tomo,
metiolos en poder de Mio Çid el Campeador:
«Evad aqui vuestros fijos quando vuestros yernos son,
de oy mas sabed que fer d’ellos, Campeador.»
«Gradescolo, rrey, e prendo vuestro don;
¡Dios que esta en çielo dem’ dent buen galardon!»
Sobr’ el so cavallo Bavieca Mio Çid salto dava:
«Aqui lo digo ante mio sennor el rrey Alfonsso:
qui quiere ir comigo a las bodas o rreçebir mi don
d’aquend vaya comigo; cuedo qu’el avra pro.

105.

Yo vos pido merçed a vos, rrey natural:
pues que casades mis fijas asi commo a vos plaz
dad manero a qui las de quando vos las tomades;
non ge las dare yo con mi mano nin dend non se alabaran.»
Respondio el rrey: «Afe aqui Albar Fannez:
prendellas con vuestras manos e daldas a los ifantes
assi commo yo las prendo d’aquent commo si fosse delant;
sed padrino d’ellas a tod el velar.
Quando vos juntaredes comigo que m’ digades la verdat.»
Dixo Albar Fannez: «Sennor, afe que me plaz.»

106.

Tod esto es puesto sabed, en grant rrecabdo.
«¡Hya rrey don Alfonsso sennor tan ondrado!
D’estas vistas que oviemos de mi tomedes algo:
trayovos XX palafres, estos bien adobados,
e XXX cavallos coredores, estos bien enssellados;
tomad aquesto, e beso vuestras manos.»
Dixo el rrey don Alfonsso: «¡Mucho me avedes enbargado!
Reçibo este don que me avedes mandado:
¡plega al Criador con todos los sos sanctos
este plazer que m’ feches que bien sea galardonado!
Mio Çid Ruy Diaz: mucho me avedes ondrado,
de vos bien so servido e tengo n’ por pagado;
¡aun bivo seyendo de mi ayades algo!
A Dios vos acomiendo, d’estas vistas me parto.
¡Afe Dios del çielo: que lo ponga en buen logar!»

107.

Hya s’ espidio Mio Çid de so sennor Alfonsso;
non quiere que l’ escura, quitol’ dessi luego.
Veriedes cavalleros que bien andantes son
besar las manos, espedirse del rrey Alfonsso:
«Merçed vos sea e fazednos este perdon:
hiremos en poder de Mio Çid a Valençia la mayor;
seremos a las bodas de los ifantes de Carrion
he de las fijas de Mio Çid, de don Elvira e donna Sol.»
Esto plogo al rrey e a todos los solto;
la conpanna del Çid creçe e la del rrey mengo,
grandes son las yentes que van con el Canpeador;
adelinnan pora Valençia la que en buen punto gano,
e a don Fernando e a don Diego a guardarlos mando
a Pero Vermuez e Munno Gustioz
en casa de Mio Çid non a dos mejores
que sopiessen sos mannas de los ifantes de Carrion.
E va i Asur Gonçalez que era bulidor,
que es largo de lengua mas en lo al non es tan pro.
Grant ondra les dan a los ifantes de Carrion.
Afelos en Valençia la que Mio Çid ganno;
quando a ella assomaron los gozos son mayores.
Dixo Mio Çid a don Pero e a Munno Gustioz:
«Dadles un rreyal e a los ifantes de Carrion;
vos con ellos sed que assi vos lo mando yo.
Quando viniere la mannana que apuntare el sol
veran a sus esposas, a don Elvira e a donna Sol.»

108.

Todos essa noch fueron a sus posadas;
Mio Çid el Campeador al alcaçar entrava,
rreçibiolo donna Ximena e sus fijas amas:
«¿Venides, Campeador? ¡En buen ora çinxiestes espada!
¡Muchos dias vos veamos con los ojos de las caras!»
«¡Grado al Criador, vengo, mugier ondrada!
Hyernos vos adugo de que avremos ondrança;
¡gradidmelo, mis fijas, ca bien vos he casadas!»

109.

Besaronle las manos la mugier e las fijas amas,
e todas las duennas que las sirven:
«¡Grado al Criador e a vos, Çid, barba velida!
Todo lo que vos feches es de buena guisa;
¡non seran menguadas en todos vuestros dias!»
«Quando vos nos casaredes bien seremos rricas.»

110.

«¡Mugier donna Ximena, grado al Criaador!
A vos digo, mis fijas don Elvira e donna Sol:
d’este vuestro casamiento creçremos en onor,
mas bien sabet verdad que non lo levante yo;
pedidas vos ha e rrogadas el mio sennor Alfonsso
atan firmemientre e de todo coraçon
que yo nulla cosa no l’ sope dezir de no.
Metivos en sus manos fijas, amas a dos;
bien me lo creades que el vos casa, ca non yo.»

111.

Penssaron de adobar essora el palaçio;
por el suelo e suso tan bien encortinado,
tanta porpola e tanto xamed e tanto panno preciado:
¡sabor abriedes de ser e de comer en el palaçio!
Todos sus cavalleros apriessa son juntados,
por los iffantes de Carrion essora enbiaron,
cavalgan los iffantes, adelant adelinavan al palaçio
con buenas vestiduras e fuertemientre adobados;
de pie e a sabor ¡Dios, que quedos entraron!
Reçibiolos Mio Çid con todos sus vasallos,
a el e a ssu mugier delant se le omillaron
e ivan posar en un preçioso escanno.
Todos los de Mio Çid tan bien son acordados,
estan parando mientes al que en buen ora nasco;
el Campeador en pie es levantado:
«Pues que a fazer lo avemos ¿porque lo imos tardando?
¡Venit aca, Albar Fannez, el que yo quiero e amo!
Affe amas mis fijas, metolas en vuestra mano;
sabedes que al rrey assi ge lo he mandado,
no lo quiero falir por nada de quanto ay parado;
a los ifantes de Carrion dadlas con vuestra mano
e prendan bendiçiones e vayamos rrecabdando.»
Estoz dixo Minaya: «¡Esto fare yo de grado!»
Levantanse derechas e metiogelas en mano;
a los ifantes de Carrion Minaya va fablando:
«Afevos delant Minaya; amos sodes hermanos.
Por mano del rrey Alfonsso que a mi lo ovo mandado
dovos estas duennas amas son fijasdalgo
que las tomassedes por mugieres a ondra e a rrecabdo.»
Amos las rreçiben d’amor e de grado,
a Mio Çid e a su mugier van besar la mano.
Quando ovieron aquesto fecho salieron del palaçio
pora Sancta Maria a priessa adelinnando;
el obispo don Jheronimo vistios’ tan privado,
a la puerta de la eclegia sediellos sperando,
dioles bendictiones, la missa a cantado.
Al salir de la ecclesia cavalgaron tan privado,
a la glera de Valençia fuera dieron salto;
¡Dios, que bien tovieron armas el Çid e sus vassalos!
Tres cavallos cameo el que en buen ora nasco.
Mio Çid de lo que veie mucho era pagado,
los ifantes de Carrion bien an cavalgado.
Tornanse con las duennas, a Valençia an entrado,
rricas fueron las bodas en el alcaçar ondrado;
e al otro dia fizo Mio Çid fincar VII tablados,
antes que entrassen a yantar todos los quebrantaron.
Quinze dias conplidos en las bodas duraron,
hya çerca de los XV dias ya s’ van los fijosdalgo.
Mio Çid don Rodrigo el que en buen ora nasco
entre palafres e mulas e corredores cavallos
en bestias sines al C son mandados,
mantos e pelliçones e otros vestidos largos;
non fueron en cuenta los averes monedados.
Los vassallos de Mio Çid assi son acordados
cada uno por si sos dones avien dados.
Qui aver quiere prender bien era abastado,
rricos tornan a Castiella los que a las bodas legaron.
Hya s’ ivan partiendo aquestos ospedados,
spidiendos’ de Ruy Diaz el que en buen ora nasco
e a todas las duennas e a los fijosdalgo;
por pagados se parten de Mio Çid e de sus vassallos,
grant bien dizen d’ellos ca sera aguisado.
Mucho eran alegres Diego e Ferrando,
estos fueron fijos del conde don Gonçalo.
Venidos son a Castiella aquestos ospedados,
el Çid e sos hyernos en Valençia son rastados;
hi moran los ifantes bien çerca de dos annos,
los amores que les fazen mucho eran sobejanos;
alegre era el Çid e todos sus vassallos.
¡Plega a Sancta Maria e al Padre Sancto
que s’ page d’ es’ casamiento Mio Çid o el que lo ovo algo.
Las coplas d’este cantar aqui s’ van acabando:
¡El Criador nos valla con todos los sos sanctos